♣¿𝙲ó𝚖𝚘 𝚟𝚘𝚕𝚟𝚎𝚛? /𝙲𝚄𝙿𝙷𝙴𝙰𝙳 𝚡 𝚁𝙴𝙰𝙳𝙴𝚁/♣

4. El mundo más colorido que el nuestro.

(Narra (T/N))

Por favor, que sea solo un sueño.

Arhg... Duele todo...

Un aire cálido, limpio y fuerte acariciaba todo mi cuerpo. Era muy agradable la sensación. No sentía mi cuerpo, pero al mover mis brazos, noté algo suave, más suave que esos colchones especiales para dormir que te venden en Ikea. Era la hierba. Nunca en mi vida había tocado una hierba tan suave. Y su aroma... Majestuoso y exitante.

Eso me obligó a abrir los ojos. Lo que vi... Fue un cielo azul despejado. Bueno, nada nuevo para mi hasta ahora... Así estuve un buen rato (¿cuánto? Ni madres). Al lado escuche un gemido que expresaba dolor y era femenino. Cómo no reconocer a mi hermana. Giré mi cabeza de donde provenía ese tal sonido, que se encontraba a mi derecha.

Rita:— ¿Qué me miras así?¿Acaso soy una estatua del mus...?

Rita no terminó de formular su pregunta, y sus ojos estaban muy abiertos, de la sorpresa. Yo también quise preguntar, pero en mi boca se formó un nudo al ver a Rita...

Miré a Rita, luego a mi alrededor y finalmente a Rita— ¿Q-Qué nos pasó?¿Por qué estamos así?

Rita: Piensa un tiempo, paralizándose un momento. Hace un ruidoso facepalm—  Estamos en la segunda dimensión, o sea, en el mundo de las caricaturas, anime, o como lo llames...

Con las dos manos empecé a tocar mi cara torpemente— Entonces, nosotras...— No termine de hablar, ya que Rita me interrumpió.

Rita: Movía su cabeza de arriba a abajo, afirmando— La hemos jodido épicamente.

— ¡Estamos en un Anime!— Rita me dá una gran cachetada en mi mejilla. Ella me propone otro, pero yo lo rechazo.

(T/N):— ¿Y cómo volver? ¿Dónde estamos?

Rita:— ¿Y por qué me preguntas?, no soy de ese mundo...

Rita chasqueo los dedos, y yo me sobresalte, ya que se puede preguntar a los habitantes de esa región. Que tontas.

Bueno, estuvimos viendo un buen rato el panorama que nos rodeaba. Hermoso, colorido y vivo. Nos encontrabamos junto al mar. Casi se me cae una lágrima de la intocable belleza. Rita, como siempre, fría como el iceberg que mató el Titanic.

(...)

Ya estamos caminando en el hermoso bosque. Pudiera decir que unas 5h....

Nosotras cansadas desde que nos despertamos a ese mundo, y ahora, aún más cansadas y con heridas. Sí claro, ya que tenía hambre y quería comer, le propuse a Rita buscar comida. Encontramos comida, pero no la conseguimos, por yo ser tonta y mal parida, ya que me caí «accidentalmente» y aplaste los arándanos silvestres. Rita se enfadó mucho conmigo, y dijo que era una pérdida de tiempo que habiamos «salido» a buscar comida en el bosque. Yo soy una pérdida de tiempo...

Buscábamos por todas partes al menos una cueva para alojarnos. Pero no, el destino nos tiene que estar jodiendo ahora mismo.

— ¡Puta vida!

Desde lejos se oyó un trueno y una gran brisa fría golpeó nuestras caras.

Rita: Mirándome— Nunca digas «puta vida» porque si fuera puta, sería fácil,  pero no lo es.

Empeze a reirme a carcajadas. Al menos animó nuestro estado de ánimo.

Ya estaba anocheciendo, y nos empezamos a preocupar mucho, por supuesto, no encontrabamos nada de «techo» y además pronto empezaría a llover. Rita se volvió más torpe, por el cansancio y porque tenía más heridas que yo. Seguramente por la pérdida de sangre, o porque caminamos sin descanso, o porque no comimos y no nos hidratamos... Ahora no estoy en eso. Ahora tengo que sujetar a Rita y animarla a que no se caiga y no se duerma en el suelo...

Después de 2 h. y 46 minutos...

Yo ya no aguanto más... Ya me voy a caer... Ya era cerca de noche... Estamos empapadas... No encontramos nada... Que decepción...

Mi vista ya se volvía cada vez más borrosa...

Rita: Señalando a algo— Vamos hacia acá... Esta una casa...— Con algo de debilidad decía su voz.

Y sí, era verdad, hacia unos 9 metros estaba una casa de no un gran tamaño, no conseguí ver más detalles. Estaba habitada, porque lo decían sus propias ventanas (se veía la luces encendidas).

Se calló Rita, acto repetido, y yo. Sonó muy fuerte nuestra caída. Alguien abrió la puerta de esa casa, y ví una silueta, que no la conseguí ver más detalladamente, por mi vista borrosa. Se acercó más hacia nosotras...