Capítulo 17: El psicópata

151 7 0
                                    

28 de Febrero del 2015

Me levanté, me bañé y me cambiéde ropa, ya que esa estaba más sucia que un cerdo que se revolcaba en el lodo tres veces al día. Me puse unos pantalones de tela deportiva y tenis de suela rasposa, y me puse una camisa sin mangas color gris claro y en sima una chaqueta roja y negra con capucha.

Fui a desayunar y mientras lo hacíamos, planeamos todo. Al final cuando todos estábamos listos subimos al auto y salimos de allí.

4 de Marzo del 2015

Pasaron cuatro días y por fin llegamos a Washington, y para nuestra suerte, otro de esos ataques del virus me dio y el auto se volcó por tantos golpes que yo daba.

-¡Genial!, ahora nos quedamos sin auto, muchas gracias Alex - dijo Ricky.

-De hecho no importa porque ya no tiene gasolina - dijo Luis.

-De hecho así que da igual - dijo Andrés.

-¡Hey! ¿quién es él? - preguntó Jessica.

-¡Hey, ven aquí! - dijo Andrés.

Después de haberle dicho eso el hombre se fue corriendo.

No creo que esté solo, separémonos para buscarlo a él y a sus compañeros - dije.

-Bien, nos vemos aquí en una hora - dijo Mónica.

Nos separamos y pronto logré ver los pies de alguien debajo de un auto. Me asomé y era un militar de alto rango, pude saber que era de un rango muy alto por las estrellas y las medallas que tenía en su uniforme.

Disculpa ¿estás bien? - pregunté.

-¡Mierda! - gritó el soldado mientras se daba la vuelta y agarraba su rifle de asalto, listo para disparar.

-Wow tranquilo amigo, soy normal - dije con las manos arriba.

-¡No me vas a morder!... ¡por tu culpa todo mi escuadrón está muerto! - dijo el militar sin dejar de apuntarme.

-Yo no me he topado con ningún militar aparte de usted - dije confundido.

-Tú y tus amiguitos semimuertos se los comieron a todos. ¡Pero no me comerás a mí! - dijo cuando comenzó a dispararme, pero afortunadamente me logré esconder detrás de un auto.

En ese momento me di cuenta de que estaba loco. Al parecer, al ver a su gente morir, hizo que se volviera un psicópata, perdió la capacidad de razonar. No podía hacer un trato con él. O me defendía del militar o era asesinado por él.

Lo siento amigo, no me has dejado elección - susurré lamentándo lo que hiba a hacer.

Le disparé y casi le doy, pero se dió una maroma y se escondió detrás de un coche para recargar su arma. En eso, yo saqué mi sable de su funda y me dispuse a salir, pero escuché un sonido metálico y miré hacia adelante y vi que era una granada.

Me rodé por el suelo y saqué mi revólver para dispararle, pero el militar actuó antes y me disparó en la pierna. Sentí mucho dolor, pero seguí contraatacando, me paré y le aventé un pedazo de escombro que estaba cerca de mi y le di justo en el estómago, luego me dirigí a él y le di un golpe en cada mejilla para luego darle un gancho acendente y tumbarlo al suelo.

Luego de eso me dispuse a dare un pisotón, pero el militar rodó su pierna derecha por el suelo, causando que yo callera al suelo, luego volvió a disparar y me dió en el hombro, valla, estaba loco, pero no idiota. Después de haberme disparado, trató de dispararme de nuevo y darme en la cabeza, pero me rodé y le di una patada en la mano en la que tenía la pistola, causando que por el dolorsoltara su pistola. Me levanté y le traté de cortar el brazo derecho, pero me tomó la mano donde tenía mi sabe y sin soltarla, me dio una patada en el estómago, que causó que soltara mi sable.

Hizo varios intentos de cortarme la cabeza, pero no lo lograba por mis evaciones. Así que agarré una tubería que estaba suelta y cerca de mi pocición y comencé a golpearlo en todas partes. Luego de varios golpes, el militar salió corriendo y me lanzó una granada, pero yo la tomé y se la lanzé de vuelta a él, esta explotó e hizo que el militar callera al suelo, se reincorpotó y aproveche para darle un golpe en la nariz, la cual se le rompió, luego le di un gancho en las costillas y después de eso un gancho acendente en el cuello.

El militar retrocedió aturdido y se puso de rodilas, luego miró al suelo y dijo:

Yo... - dijo aquél militar.

Vencido.... por un trozo de carne muerta - dijo el militar antes dereincorporarce.

El soldado se reincororó y tomó mi sable, para luego mirarme y apuntarme con el filo del mismo.

¡PUDRETE... PEDAZO DE MIERDA! - dijo el militar tambaleandose hacia adelante.

Luego de dar un pequeño paso que más bien parecía un pequeño tropiezo, puso cara de loco y comenzó a reirse como todo un psicópata... tomó mi sable con las dos manos y la puso unos diez centímetros detrás de su cabeza sin dejar de reirse. En eso efectuó un ligero movimiento con las manos y me di cuenta de lo que quería hacer...

¡¡ESPERAA!! - grité avanzando hacia él para detenerlo, pero sin éxito, el militar se había suicidado.

Se había cortado la cabeza...

De tan asqueroza escena, me arrodillé y vomité mi desayuno. Luego de eso, tomé mi sable, lo guardé y tomé una granada que le sobraba al militar.

Zona ZeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora