Extras del Extra. (Libro #5 SAGA Desastrosos)

Extra Treinta y Uno

20 de junio 2018

Amber...

Cierro mis ojos y respiro hondo para luego volver a abrir los ojos y mirar el techo de la casa. Son las seis de la mañana y no puedo volver a dormirme, tuve un mal sueño sobre Nick yéndose de este mundo y desperté llorando. No quiero imaginar que algo como eso suceda, si estoy perdida sin el ahora imagínense luego.

Decido que es hora de levantarme así que camino al baño y tomo mi ducha. El agua caliente en la mañana es la mejor sensación de todas.

Hace unos días atrás no la pasé muy bien, tuve una crisis de pánico donde tuvo que venir mamá y papá ya que todo esto de Nick me tiene mal, camino al doctor fue lo peor. Al llegar al hospital me dijeron que estaba sufriendo síntomas de pérdida por lo cual me recetaron un montón de vitaminas y mi poroto está bien ahora, obviamente no lo siento ya que es pequeño, pero de tan solo pensar que podía irse me rompía el corazón, no podría soportar otro dolor más.

Termino mi ducha y salgo del baño. Los pequeños se levantan más tarde obviamente, son mis nervios porque hoy hablare con el doctor a cargo de mi esposo y me dirá cuanto a progresado, las últimas veces que he ido no ha habido avances, pero tengo la esperanza de que hoy sea diferente.

Seco mi cabello con la secadora una vez me encuentro vestida y bajo las escaleras para preparar el desayuno.

Necesito mantenerme ocupada en algo, no puedo estar tranquila con todo lo que está sucediendo.

El otro día hablando con Dylan me dijo que el viaje a Mozambique iba de todas formas, que el compromiso ya estaba listo y era una lástima el que Nick no pudiera ir, él y todo el equipo de doctores del hospital le han deseado lo mejor, todos lo visitan y se preocupan por su avance.

Por cierto, Nick tenía razón, Dylan aún tiene algunas heridas en su rostro y son feas, sobretodo en el tabique de su nariz, el día del accidente no me fije mucho, pero la otra vez sí, el luce un poco triste pero sus chistes no sobran al igual que los otros amigos de Nick quienes de alguna u otra forma intentan subir mi ánimo.

Escucho el llanto de mi hijo así que subo las escaleras para verlo y dudo que quiera volver a dormir.

-Mi niño –lo saco de su cuna y lo alzo en mis brazos

El fiel reflejo de su papá, eso es lo que es Demian, es idéntico a Nick. Los niños no han ido a verlo, pero están al tanto que está enfermo y que por ello no ha venido a casa. Me dolió decirle a sofi que su papá tuvo un accidente y que por ello no se podrán ver hasta no sé cuándo, en diferencia a sus hermanos que son más pequeños ella si lo fue a ver una vez, ella está por cumplir los once años, no es mayor de edad, pero si la edad para comprender lo que está sucediendo.

También tuve que soportar ver el rostro de Mónica y alguno que otro mal comentario al respecto, pero a estas alturas me da lo mismo.

Dejo a Demian en la silla de comer y de inmediato comienzo a preparar su leche. Sus ojos azules solo siguen cada movimiento que hago.

Estoy nerviosa más bien ansiosa, voy todos los días al hospital a estar con Nick, pero esta vez parece ser más importante, no lo sé.

¿les digo algo? Cada vez que voy y me aparezco en esa habitación tengo la sensación de que Nick abrirá sus ojos, que él va a apretar mi mano cuando esté hablándole de mi día cotidiano o de tan solo recordarle lo guapo que luce día a día.

-Ten cariño –le entrego su leche al pequeño quien inmediatamente comienza a beber

Miro la hora en el reloj de pared y este marca las siete con diez.