𝘱𝘦𝘳𝘥𝘪𝘥𝘰 ; 3

3.2K 128 194
                                    

Finalmente sonó la campana de esa academia,Retumbando el sonido por los pasillos de esta

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.



Finalmente sonó la campana de esa academia,
Retumbando el sonido por los pasillos de esta. No tardaron estudiantes en salir; algunos corriendo. Otros caminando a paso tranquilo. Otro día de escuela había pasado.

Un chico de cabellos morados intentaba recoger todas sus cosas con rapidez, gracias a su torpeza eso causó que se le cayeran algunas cosas. Más no hizo más que recoger las mismas, y meterlas en su bolso de hombro negro. Claro, cuando estaba apurado todo lo hacía más lento.

Al finalmente estar listo, salió a paso rápido de ahí, casi corriendo por los pasillos. Sintiendo una mínima calma al salir afuera, y respirar aire fresco. Aunque no se permitió tanta relajación. No cuando lo estaban siguiendo.

Sabía que alguien lo miraba gran parte del tiempo. Tenía un mal presentimiento. Solamente quería correr a su casa y esconderse bajo las sábanas.

Trago saliva, mientras sus ojos morados pasaban rápidamente por el lugar, en busca de descubrir quién lo miraba. Pero nada.
No saber quien podía seguirlo lo hizo sentir mal, como si fuera un ratón siendo perseguido por un gato ; no se sentía protegido.

Su mirada nuevamente se posó en el suelo, apretando entre sí sus rosados labios, para seguir con su camino a su casa. Deseaba con todas sus fuerzas de que sólo fueran ideas suyas, que nadie lo mirara. Que llegara a su casa tranquilo.

Con cada paso que daba sus nervios aumentaban, ya estaba más cerca de su casa. Me de todas maneras estaba aterrado. Sus ojos se cristalizaron, su respiración se agitó al divisar su casa a lo lejos. No dudó en correr hacia esta. Sacando con dificultad las llaves de la puerta.

Finalmente estuvo frente la puerta de madera. Temblaba nervioso con aún sus ojos cristalizados, no lograba abrir la maldita puerta. No paraba de temblar y equivocarse. Tan centrado estaba en eso, que no se dio cuenta que alguien se había parado detrás de él, demasiado cerca. Lo supo cuando una de las manos del extraño fue al área bajo de su estómago, y la otra, sobre su boca.

El Alma se le había parecer ido en aquel momento. Totalmente estático. Lágrimas nuevamente se deslizaron por sus mejillas, ¿ y ahora que ?

El extraño le quito la llames de las manos, así el abrió la puerta con suma tranquilidad. Como si ya hubiera entrado, quizás si ya lo había hecho.

— f-finalmente, m-mi amado k-kokichi — murmuraba el chico, aparentemente peliazul, un hilo de su ronca y excitada voz justo en el oído del más pequeño. Al entrar cerró la puerta con llave.

Ese mínimo momento de desconcentración fue suficiente para que kokichi tomará toda la valentía que tenía -o intentaba creer a sí mismo que tenía. - para moverse bruscamente hasta soltarse de los brazos del peliazul. No tenía mucho espacio, el ajeno estaba frente a los lugares posibles para escapar. Solo se lanzó a una esquina, asustado abrazando sus piernas.

— por favor, llévate lo que quieras, no me hagas nada, no le diré a nadie y-yo — no era capaz de hablar, pensaba que quizás solamente era un ladrón. O algo así, no tenía la suficiente fuerza para siquiera mirarle la cara. Aún no lo había visto.

— ¡¡ NO !! kokichi, no quiero cosas materiales, te quiero a ti. Para siempre. — hablaba, impulsivo acercándose al ajeno, como si fuera un lobo a punto de comérselo. Tomando el mentón del ajeno, para elevar su mirada.

Ahí todo tuvo un mínimo de sentido. Ese chico lo había visto antes, en su escuela 'causalmente' se chocaba con el, siempre parecía estar cerca de él, pero nunca pensó que lo estuviera acosando.

— ¡ no ! — se negó, desviando su mirada bruscamente. Ante eso el más alto lo tomó por las muñecas con fuerza. Ahí comenzó el forcejeo, entre lloriqueos de kokichi, y morbosidades de aquel acosador, llamado shuichi. — ¿e-estas loco? ¡ p-por favor vete ! ¡ mis padres llamarán a la policia !

El pequeño seguía intentando negociar, llorando. Shuichi parecía babear excitado por el miedo del pelilila.

" ¿ mis padres !" Justamente hoy era el día libre del trabajo de sus padres. Con todo ese escándalo,¿ cómo no habían ido a ver ? A veces eran bastante malos con el, pero después de todo, son sus padres, y le preocupan. Algo Minúsculo, pero lo hace.

La sonrisa cínica que mostró el más alto, lo aterrorizó. Se quedó en shock, ¿ ese enfermo le había hecho algo a sus padres ?

Pateo la entrepierna de shuichi, corriendo a todo lo que podía hacia la puerta principal. Iba a salir, iba a salvarse de un enfermo. Estaba libre de sus maltratadores padres. Pero ahora, ¿ que sería de el ? Alguien tan débil y tímido.

No llego ni a tocar la manilla de la puerta, mirando esta por segundos. Cambio de planes, tenia corazón, necesitaba saber que le había pasado a las personas que le dieron la vida.

Abrió la puerta de la entrada, para volverla a cerrar con fuerza. Intentando engañar a shuichi.

Ahora lo más silencioso posible, camino rápidamente. Su habitación, la de sus padres, la cocina, comedor, Garaje. Ellos no estaban. Y ya llevaba rato sin escuchar al acosador, si se había salido a buscando, sería mejor.

Cansado, aún asustado. Camino por el pasillo. Pensando que quizás estarían en el cuarto de visita. O quizás habían salido, era esa maldita sonrisa que había mostrado shuichi, el cual lo tenía confundido.

Eso si, sus pensamientos fueron cortaron por un olor. . . Muy peculiar en el baño principal. Se paro en seco, mirando este. La puerta estaba medio abierta. Y La Luz apagada.

Como si se tratara de la peor película de terror, muy lentamente estiró su mano. Cerrando sus ojos, hasta prender La Luz, y abrir la puerta. Ya al hacer esto. . . Su estómago se revolvió totalmente.

Su madre tenía la llave del lavamanos clavada en toda la mitad de la frente. Su padre. . Parecía que le habían desfigurado la cara con un cuchillo.

No pudo ver por más de diez segundos, era demasiada sangre, era muy grotesco, todo le dio vueltas. Iba a desmayarse. Y ahora. . ¿ que ?

Esperaba a caer al suelo, pero no. Para toda su mala suerte, cayó en los brazos de shuichi. Quizás estuvo una perturbado que no se dio cuenta que el estaba ahí.

— serás mío kokichi, ¡ mío por siempre ! Esto es amor — fue lo que escucho, parecía que la voz se hacía lejana. Hasta finalmente desmayarse. Ver todo negro.


/ esta re kk, di lo mejor de mi, ahr. De todas manera espero que te haya gustado, lamento mucho mis lentas actualizaciones ; (

ㅤ┇pedidos ̖́-̥͙̥͙˚̣̣̣ ۪۪̥͡ ̩̥˚🍇*ೃ saiouma,, Donde viven las historias. Descúbrelo ahora