S̶t̶a̶r̶i̶n̶g̶ a̶t̶ y̶a̶

ｃａｐｉｔｕｌｏ 3

¢ιтα

—¿Que opinas? —le dije a Candace mientras le enseñaba la pantalla de mi móvil en el cual venia una conversación con David en la que me invitaba a salir.

El rubio y yo habíamos hablando por un para de días por medio me Instagram y nos llevamos de maravilla , el parecía la versión de mí en masculino , los gustos , pasatiempos ,aficiones absolutamente todo era parecido, era genial.

Y en uno de eso días David me dijo que si tenía tiempo, pues en el bar en el que trabajaba se estaría presentando una increíble banda que él dijo que era muy buena y que de seguro me encantaría.

Yo estaba en un dilema entre ir y no ir , por un lado me emocionaba salir con alguien pues tenía años que no me gustaba alguna persona además de Alex Turner , pero basándonos en que ese era amor platónico mi vida en estos años respecto al amor a sido complicada y ausente casi siempre, se que suena como todo un cliché pero es la verdad , y por el otro lado siento qué hay algo que aún no me conecta del todo con David siento que falta esa chispa algo "mágica" ,yo que se.

—Mm yo creo que deberías darte una oportunidad con alguien , sería lindo —Candace llevo su mano a mi hombro y lo apretó— Nunca se sabe , tal vez podrías llevarte una sorpresa.

—Si es cierto —le sonreí y ella me devolvió el gesto— Oye nunca te lo e preguntado —dije cambiando de tema— ¿Te gusta alguien?.

—Pues conoces a Dylan,¿el baterista de la banda de Josh? —enarcó una ceja.

—¡Dios! —exclamé emocionada— lo e visto solo una vez pero es genial Candace.

—Si —sonrió dulcemente— pero creo que tiene novia o algo así.

—Que lastima —hice una mueca — tú sobrepasas los límites de belleza extrema.

—¡Aw! —dijo ella y me abrazo— eres súper linda, no sé cómo aún no tienes novio.

—Ja —sonreí falsamente— estoy bien así.

Las dos nos paramos de la barda en la que estábamos sentadas y nos fuimos rumbo a la escuela.

[...]

Había pensado en una respuesta para para David en todo el día pero sólo tenía a mi cabeza metida en probablemente el dilema más grande de mi vida.

Ahora estaba acostada en mi cama viendo el techo de mi cuarto mientras escuchaba a The cure y organizado una lista en mi mente de pros y contras sobre la cita con el bello chico rubio.

Unos golpes en mi puerta me hicieron sobresaltar y desconectarme de mis pensamientos.

—¿Puedo pasar? — la vos de Bárbara del otro lado de la puerta se escuchó.

—Adelanté —dije con flojera.

Ella entró apresurada a mi cuarto y entre uno de mis cajones comenzó a hurgar de forma apresurada.

—¿Qué haces? —la mire aún acostada en mi cama.

—¿Donde está tu collar de oro que te dio papá en tu cumpleaños dieciséis? —dijo desesperada.

—Segundo cajón , en la esquina , caja blanca con listón rojo —conteste.

—Gracias —dijo ella cuando lo tuvo en las manos.

—¿A donde vas? —le dije viendo como iba vestida.

—Tengo una cita —respondió y sacó el collar de la caja para ponérselo y examinarse en el espejo.