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En aquel elegante salón del hogar de los Moon, lograban escucharse pequeños y agudos sollozos provenientes del más pequeño de los Moon, Chan Hee. Él pequeño niño se mantenía sentado en el hermoso sofá blanco ocultando con sus pequeñas manos su rostro empapado de lágrimas, esto desesperaba al adolescente - quien mantenía una experiencia innata relacionado de cuidar niños - quien sin poder aguantar la presión de su pecho de solo ver a Hee de ese modo, se incoó frente a él y con suma delicadeza procedió a sujetar entre sus manos las del pequeño, las quito finalmente con lentitud para así no asustarlo más y que terminara lastimando mucho más su garganta, esta acción provoco que el pequeño Hee desviara su mirada oscura hasta sus zapatos blancos evitando a toda costa mirarlo manteniendo aun su sollozo.
— No llore, por favor...No te hare daño ¿Si?, solo quisiera ser tu amigo y poder jugar mucho hoy — Hablo el adolescente esperanzado de alguna confirmación, que claramente no llego, puesto que el pequeño niño aún mantenía su mirada baja y en sus pequeños belfos cerezas automáticamente se instaló un mohín, sería muy complicado que Chan Hee se acostumbrara a su presencia, pero, lo lograría, lograría ganarse la confianza y el cariño de ese pequeño ser, soltó sus manitos para evitar incomodarlo aún más y así poder entablar una conversación aunque sea con asentimientos o negaciones con la cabeza. — ¡Oh, sí! Casi lo olvido, Mi nombre es Ji ChangMin, pero, puedes llamarme como tú desees, o como te sientas más cómodo...— trato de llamar la atención del pequeño con eso, pero, parecía ignorarlo descaradamente, en cierto punto le desanimo, pero, no lo suficiente para seguir intentando. — mh... ¿Haz comido algo? ¿No tienes hambre? — Nada, el pequeño niño continuaba con su mirada baja y pretendiendo que el adolescente no existía.
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—¡No lo entiendo Eric! Trate de hablarle, jugar con él o hacer cualquier cosa para lograr que entre en confianza, pero, nada funciono — reclamo hacia su mejor amigo que se encontraba en la otra línea de la llamada, habían pasado algunas horas desde que dejo de insistirle al pequeño que en esos momentos se encontraba jugando en el salón mientras en la televisión había una película de Barbie, Chang por otro lado, se encontraba sentado en la barra hablando por teléfono con Eric, esperando unos buenos consejos de su único amigo disponible, ya que los demás parecieron absorbidos por Aliens.
"¿No has tratado de unirte de apoco a sus juegos? No sé, buscar un tutorial por YouTube, tal vez aparezca uno..." sugirió Eric.
—¿Cómo lo buscare por YouTube? Es un niño, no un objeto que puedas usar o reparar o algo así...— Apoyo su mentón en la palma de su mano diestra a la vez que suspiraba profundamente, ojala fuera tan fácil de buscar y evitar caer en la desesperación de no agradarle. —y si trato de integrarme en sus juegos, me ignora totalmente y, y, ya no sé qué hacer, lo único que se me ocurre es sentarme en el sofá a ver la película con él u robarle un juguete que quiera.
