Capitulo 10

3.8K 221 36
                                    

-Jackson-

Estaba en la casa de Margaret con dos ramos de flores uno para ella y otro para Maggie, me dijo que había salido con su guardaespaldas aún me seguía molestando ese tipo pero tengo que aprender a tolerarlo ya que él tiene una misión y estará con Maggie hasta que esos estupidos japonés la dejen en paz.

-Aquí tienes Jack. -Margaret llegó con el café y yo sonreí.

-Gracias Margaret, ¿Te sientes bien? Te veo algo preocupada.

-Ay Jackson, no sabes. -Me miró. -Es que a Maggie anoche...

No pudo decir más porque Maggie entro junto a Manuel, la manga su camisa estaba manchada de sangre y veían sudando y Maggie tenía miedo podía verlo en sus ojos. Me acerqué a ella rápidamente y le abrace.

-¿Qué fue lo que pasó?. -Preguntó Margaret ayudando a Maggie a sentarse. -Iré por el botiquín.

-Estábamos practicando paintball y un tipo le quizo disparar a Manuel, yo me lancé pero solo fue un roce. -Explicó Maggie, Margaret con el alcohol limpio la sangre y si efectivamente solo fue un roce. -Debí apagar el teléfono cuando recibí ese mensaje.

-¿Qué mensaje?. -Pregunté confundido.

-Ayer le enviaron un mensaje a Maggie, decía que no importaba donde se ocultara la iban a encontrar.

-Y lo hicieron. -Margaret se levanto. -Te dije que debíamos irnos, tenemos que irnos Maggie.

-¡No! Es inútil.

-¿Inútil? ¿Qué piensas hacer?.

-No lo sé mamá, pero mi padre me enseñó... -Margaret no la dejó terminar.

-Tu padre era un pobre diablo que no supongo ganarse las cosas de manera honesta, tu padre era un inútil, un idiota, ese hombre jamás fue tu padre y nunca lo será Maggie.

-¡No hables de esa manera de mi padre!. -Maggie se levanto molesta.

-¿Lo vas a defender? Por su culpa hemos estado huyendo.

-Por tu culpa, tú fuiste la que decidió a mitad de la noche tomar tus maletas a tu hija y huir como lo quieres hacer ahora.

-No iba arriesgarme a que te pasara lo que justamente está pasando, te protegí toda mi vida de los negocios ilícitos de tu padre, que nos involucran con él, de sus enemigos y ¿Ahora que está pasando? Después de muerto aún sigue jodiendo nuestras vidas.

-Mi padre solo quería una mujer vida para nosotras, no fue la mejor manera para hacerlo pero fue el camino más fácil para él, aunque no lo creas se fue el mejor padre en esos tres años y él aún seguía amándote, pero te dejo ir cuando vio que Eleazar y tu harían una nueva vida, el solo quería a su hija.

-Tu eres mi hija Maggie, mía, no de él, yo te abrazaba cuando tenias pesadillas, yo te curaba cuando estabas enfermas, yo pagaba tus estudios, tu ropa, la comida, el techo sobre nuestras cabeza salía de mi bolsillo.

-¡Nunca lo dejaste entrar!.

-Tu nunca lo necesitaste, ¿Por qué de un momento a otro adoras a un hombre que nunca necesitaste? Nunca quisiste verlo, me decías que no te importaba no tener a un padre con tan solo tenerme a mí te bastaba, yo cubría de la mejor manera posible mis dos papales.

-¿Crees que lo admitiría? Mis tías, mis abuelos, todos ustedes hablaban a mis espalda del mal esposo que era, de lo infeliz, idiota y bastardo que era ese hombre, ¿En serio crees que nunca lo necesite? Que nunca necesite a un padre? ¿Crees que fue fácil para mí ver a las demás niñas y a sus padres y como estos trataban a sus hijas como sus princesas? Eleazar ha sido un maravilloso hombre para ti y si se ha portado de maravilla conmigo pero él tenía tres hijos que si son suyos, puedo verlo como un amigo, tal vez si acepte que se portara como mi padre pero créeme que no fue lo mismo, por esos tres años me sentí como en tantos años quise sentirme, por una vez pude sentir lo que era ser abrazada por tu verdadero padre, sentirte como una princesa, pude sentir el amor paternal, siempre lo necesite pero nunca te lo dije porque no quería hacerte sentir mal porque en toda mi vida quise a odiar a una persona que no conocía, quise odiar a la persona que tu familia tachaba como una mierda, quise odiar al hombre que era mi padre pero lo necesitaba en mi vida y no te lo dije para evitarte un dolor, era lo único que quería hacer evitar ser un dolor de cabeza para ti, por eso siempre fui la primera en mi clase, por eso no tenía amigos, por eso no tenía novio, por eso acepté la apuesta. Íbamos a tener dinero, lo necesitábamos pero resulta que tú ya tenía un novio, salías con este novio a reuniones donde conocías gente, donde viajaba y tenias amigos, tenias una vida social a la cual yo evitaba tener porque no sabía si ibas a tomar tus maletas e irnos, porque no quería dejarte sola.

Volver a apostar Donde viven las historias. Descúbrelo ahora