Capitulo 04

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-Maggie-

Me desperté el día siguiente un poco tarde, hace media hora tenía que haber sacado a Aquiles para que hiciera sus necesidades. Así que me levante rápido, me bañe, me coloqué ropa deportiva y baje las escaleras corriendo. Me encontré con mi madre limpiando un desastre que seguro mi perro había provocado.

-Parte de tener un perro, significa sacarlo a su hora, no quiero que dañe mis flores.

-Me quede dormida, lo siento.

-Tienes que tener más responsabilidad, Amor no se hace si no lo sacan, ¿Por qué el perro que te regalo tu padre no es como él?.

-Bufé. -Eduque a Amor y a Aquiles de manera diferente, Amor se le sacaba a cualquier hora, Aquiles tiene horas programadas para ir al baño.

-Bueno, adáptate a las horas de tu animal.

-Como sea, iré a sacarlos a los dos.

Tomó el perchero de Aquiles que era negra y la de Amor que era rojo, se los colocó y salió de la casa con ellos. Fui a la casa del frente y toque la puerta dos veces, Manuel salió a recibirme.

-Hola. -Me saludo con un beso en la mejilla.

-Hola, ¿Quieres acompañarme?.

-Si claro. -Salió de la casa y tomo Aquiles.

Empezamos a caminar hasta llegar al parque más cercano, donde soltaron a los dos perros y empezaron a correr y a jugar, eran libres y felices. Me senté con Manuel en uno de los bancos.

-¿Qué tal los días en tu casa?. -Me preguntó.

-No se, no estoy muy cómoda. -Reconocí con una mueca. -Es decir, me molesta la actitud que tienen contigo y el como hablan de mi padre, sé que fue un poco duro, hizo mal en separarme de esa manera tan brusca de mi familia pero... Por más que sea, el está muerto, ya no está entre nosotros y siento que hablar de esa manera de una persona que no está para defenderse está mal, mi madre conoció a mi padre por muchos años, tal vez no fue el hombre que ella esperaba que fuera pero fue el padre que yo me imaginé que debería ser.

-Tienes que darle tiempo al tiempo Maggie, fueron tres largos años, no podía esperar a que todo fuera igual que cuando te fuiste.

-Lo sé, pero siento que me va a costar mucho adaptarme nuevamente a esto y no lo entiendo, no debería ser tan difícil. -Suspire mientras escondía mi rostro entre mis manos. -¡Por Dios! Es mi familia, es mi mamá, mis amigos y todo es como si fuera nuevo.

-Lo es, todo ha cambiado, la casa, sus físicos e incluso sus personalidades, todo cambia nada es igual para siempre... Solo tenemos que acostumbrarnos a esos cambios, ir adaptándonos a ellos, no es fácil pero tampoco imposible.

-Das los mejores consejos Manuel.

-Lo sé. -Sonrío orgulloso. -Creo que es hora de irnos, esta es la hora en la que Aquiles va al baño no hace ejercicio. -Me recordó.

-Bien, vámonos porque no desayune nada y muero de hambre. -Hice una mueca al escuchar mis estomago rugir por comida.

Empezamos a caminar y cerca de la casa de mi madre nos encontramos con Jackson, que al vernos aceleró el paso y se detuvo enfrente de nosotros.

-Vine a buscar a Amor. -Me dijo serio y con los brazos cruzados.

-¿No podrías dejármelo un poco más?. -Le pregunte, quería jugar con él, estar con él, lo había extrañado tanto.

-Es mi perro.

-Tu me lo regalaste en mi cumpleaños número 17. -Le recordé.

-Si, pero te fuiste.

-Me secuestraron, eso fue algo diferente Jack.

-Jackson. -Fruncí el ceño.

-Jackson. -Pronuncie su nombre lentamente. -¿Podrías dejarme a Amor un día más?.

-No, lo siento. -Me quito la correa del perro. -Ya tú tienes al tuyo. -Miro a Manuel de arriba a bajo. -Con permiso.

-Sigues siendo el mismo idiota de siempre, Jackson. -Le grite molesta.

Estaba indignada, ¿Cómo podría llevarme a mi perro de esa manera? Entiendo que este molesto conmigo por lo que le hice, pero ya es hora de hacer borrón y cuenta nueva.

Él se detuvo un segundo pero luego siguió su camino a casa de su madre, donde entro sin ver atrás.

-Esta celoso. -Hablo Manuel de repente y yo lo mire. -No me mires así, sabes muy bien que tengo razón. 

-Esta siendo un idiota, no un celoso. -Acaricie la cabeza de Aquiles.

-Los dos son unos tontos, él cree que tú y yo tenemos algo y tú crees que sigue enojado contigo por la apuesta que hiciste, cuando no es así.

-Conozco a Jackson mejor que tú, sé que está molesto.

-Claro que está molesto, pero porque cree que tú hiciste tu vida mientras que él se quedó esperándote.

-Iré a comer. -Me acerqué a él y me despedí con un beso en la mejilla. -¿Qué vas hacer?.

-Voy a buscar un nuevo empleo.

-¿Que? ¿Me vas a dejar?. -Le pregunte confundida y algo sorprendida.

-El me abrazó y soltó una carcajada. -Para nada, simplemente que tengo que empezar hacer mi vida nuevamente pero siempre estaré contigo, esa fue la promesa que le hice a tu padre.

-Lo extraño. -Admite cerrando los ojos, Manuel (Aparte de Ágata) era el más cercano de mi padre y tener a Manuel así de cerca me acordaba mucho a él.

-Yo también, era como un padre para mí.

-Manuel, nunca me contaste sobre tus padres. -Me separe de él y lo mire.

-Oh pequeña. -Me dio un beso en la frente. -Esa es una historia que te contare algún día, pero no este día.

(***)

¡Hola chicos! Les traigo este capítulo un poco corto y tengo que confesarles que no me siento muy bien y por esta razón este capítulo no están bueno, sé que ustedes se merecen lo mejor pero lo siento.... Discúlpenme de todas maneras espero que les guste y lo disfruten.

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