Alex

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Alex

Hey alex–Dice José–. Vamos a mi casa a celebrar que ganó nuestro equipo–Me palmeó el hombro–.

Yo no podía irme sin antes hablar con cassandra, quería escuchar su voz.

Lo siento José, será otro día. Acabo de ver a una amiga y quiero saludarla. –Este me miró inquisisivo y asintio–. Nos vemos chicos–Me despedí de María y de José y busque a cassandra por el estacionamiento–.

A lo lejos veo a una castaña hablar con la que supongo que es su madre y había un pequeño niño con el uniforme de mi equipo favorito.

Me acerque más a ellas y me puse detrás de un bote de basura y eso me confirmó que era ella.

—Pero madre, no quiero limpiar la casa por una semana. Tú misma lo dijiste 'Si no llegas, te mandaré hacer labores del hogar por una semana'.  Y si vine, tarde, pero vine– Entonces, ella es su madre– Mamá!–Le dice y su madre la mira con cara de fastidio–.

Tengo que admitir que cassandra tiene la voz muy bonita.

— Está bien cassandra, harás los labores del hogar como tú dices, porque yo muy bien recuerdo que dije otras palabras.  Pero solo por mañana. Vamos hija, estas de vacaciones y veo que no tienes nada interesante que hacer mientras te sale el cupo de la universidad.

— Bien!–Alza las manos como forma cansada–. Lo hare–Dice está y se despide de su madre con un beso en la mejilla.

La vi alejarse y creí que era mi momento, pero no, ella se fue prácticamente volando. Salí de mi escondite camine apresuradamente y vi que doblo a la esquina.

Esta vez no te esperas cassandra. Hablare contigo a toda costa.

La vi frenar en seco y saco sus llaves del auto que tenía en frente.

Esperen... ¿Ese no es el auto azul eléctrico que le toque la bocina?

Mierda...

—Cassandra– Grite a todo lo que daba mi garganta— Soy Alex Case–. Me miró por unos segundos y una sonrisa se le escapó de sus labios.

— Alex! Pensé que no eras real.–Dice con burla–. Creí que me secuestrarias y venderías todos y cada uno de mis órganos.

Reí a carcajadas por su comentario ¡Enserio! Esta chica está loca.

— No cómo crees?.–Le digo–. Claro, a no ser que tú quieras que sea así.–Le dije y su risa paro en seco–.

—Oh, no amigo–Me dice–. Búscate a otra loca a quien hacerle eso–Comence a reír cada vez más fuerte–. Oye, tranquilo te harás pipi aquí mismo.

—Es que eres tan graciosa cassandra. Me agradas mucho–Ke digo sincero–. Quieres ir por un café, yo invito.

—Lo siento, yo ammm, tengo que ir a mi casa–Dice nerviosa–. Nos vemos Alex y fue un verdadero placer conocerte y que no fueras un extraño psicópata de internet.– Hago un gesto en forma de ofensa y ella se ríe–.

Agarró sus llaves, abrió la puerta, y vi como se alejaba rápidamente. Definitivamente esta chica no tiene miedo a morir.

Me agrada.