Mi padre siempre me ha dicho
que la vida es dura y cruel y
que para poder enfrentarse a ella
y mantenerse a flote en este mar
que es la vida,
uno debe ser fuerte perspicaz,
y sobre todo,
que siempre hay que estar alerta
para saber quién te va a dañar
y así poder evitarlo.
Pero la verdadera cuestión es,
¿cómo se puede amar o
simplemente disfrutar de la compañía
del que está a tu lado,
si tienes que estar alerta
ya que en cualquier momento
puede dañarte?
Simplemente, no se puede.
No se puede vivir la vida con miedo,
y mucho menos,
del que siempre ha estado a tu lado.
La vida hay que disfrutarla
ya que es realmente corta,
y en cualquier momento puede acabar.
Yo creo,
que todos deberíamos confiar
de quien esté a nuestro lado
hasta que nos de razones para no hacerlo,
porque aunque haya muchas malas personas
en este mundo,
también hay bellísimas personas
que necesitan de nuestra confianza
para poder seguir siéndolo.