Mis lágrimas son rojas,
rojas como la sangre,
rojas,
desde que te vi morir.
Rojas,
de ira,
ira,
por no haber podido hacer nada.
Rojas,
por tristeza y pena,
porque ya no estas
y me muero sin ti.
Lágrimas que salen sin cesar,
sin pausa,
lágrimas que no dejaran de brotar
hasta que este dolor acabe,
y sabes qué,
creo...
que nunca acabará,
nunca dejare de echarte de menos
porque mi corazón
es y sera siempre tuyo
aunque ya no estés,
porque te quiero y te querré
y por eso,
solo quiero morir.