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Aún sorprendida voltee mi mirada  hacia mi lado. Elsie, me miraba con ojos curiosos queriendo averiguar el motivo de mi sorpresa.

-lo siento Elsie, me tengo que ir.-dije rápidamente.

-¿sucedió algo?-pregunto.

-nada...solo tengo algo que hacer.

Está aquí.

No puede ser, ¿por que esta aquí?.
Realmente es el, luego de tanto tiempo volvió.

Decidí actuar lo más antes posible, no quería perder la oportunidad de aclarar todas mis dudas. Corrí lo más rápido que daban mis piernas, quería hablar con el preguntarle tantas cosas, ¿como estas?, ¿pudiste superarlo?, ¿Aún somos amigos?, ¿por que estas aquí?, ¿me perdonas?.

Todas esas preguntas rondaban en mi mente.

Salí de la heladería, me propuse cruzar la calle, pero al intentarlo me fue imposible, uno, dos, tres, cuatro malditos autos decidieron abrirse paso y cruzar.

- ¡joder!.- grite.

No me quedo más remedio que gritar su nombre desesperadamemte tratando de llamar su atención.

- ¡Dean! .- grite con todo lo que daban mis cuerdas vocales.

Grite una y otra vez su nombre hasta que por fin pude cruzar la maldita calle que tantos problemas me dio hace unos segundos.

Sin embargo cuando estaba a solo unos metros de el mis piernas no se movían. Ahí está el, seguía tal y como lo recordaba con su cabello largo pero no demasiado, sus ojos negros al igual que su cabello, su piel blanca acompañada de sus pequeñas (y no muchas ) pecas esparcidas por sus mejillas , sus largas y rizadas pestañas. Todo en el seguía igual a excepción de su estatura, estaba mucho más alto que la ultima vez que lo vi. La última vez que lo vi, fue ese día, en ese entonces teníamos la misma estatura.

Tome todo el coraje que tenia reunido y camine bastante lento hacia el, cuando ya me acerqué lo suficiente me atreví a pronunciar aquella palabra que tanto había querido decir.

- Dean .- dije levemente

se dio la vuelta lentamente hasta quedar de frente hacia mi.

Sus ojos se abrieron con sorpresa y todo rastro de su sonrisa desapareció.

-Clover.

Y fue ahí cuando todo todo el odio que estuve acumulando durante todo el año hacia el, desapareció sin mas, me olvide de todo, de las inmensas ganas de golpearlo, de decirle cuanto lo odio por irse cuando más lo necesitaba, olvide todo lo que quería gritarle a la cara y simplemente lo abracé.

- ¿donde te habías metido?.- le pregunte en un susurro.

Sin embargo no contesto mi pregunta, por lo que seguí hablando.

-¿te extrañe sabes?.- añadí con temor a que no contestara.- te necesite tanto, te extrañe tanto, amigo.

- yo también te extrañe.- me respondió- lo siento.

                          (...)

Caminamos tranquilamente, Dean decidió acompañarme a casa. Hace ya bastante tiempo que ninguno de los dos pronunciaba algo, un silencio un tanto incómodo se formó alrededor de ambos y estaba segura que no era la única que lo sentía así. la verdad es que después de tanto tiempo alejados el uno del otro no quedaba demasiado de la palabra mejores amigos, si, Dean era uno de mis mejores amigos junto a Andrew, solo que el ya no está en este mundo, por mi culpa.

-¿sigues tocando guitarra?.- me pregunta de repente.

- no, ya no lo hago.

una pequeña sonrisa se adueñó de mis labios al recordar los días en los que yo tocaba mi guitarra mientras ellos me miraban alegres por mis progresos bajo la sombra de ese hermoso árbol.

-¿Por que dejaste de hacerlo?.

Dude si decirle la verdad, pero tarde o temprano lo sabría.

- me siento culpable, no quiero  disfrutar de algo, siendo que Andrew no puede hacerlo.- dije demasiado bajo pero lo suficiente para que llegará a sus oídos.

-sabes que no fue tu culpa, tienes derecho a disfrutar de las cosas que te hacen feliz,¿sabes?.-me respondió el.

- y tu sabes perfectamente que si no hubiese sido por mi Andrew aún estaría a nuestro lado.-  me negaba a creer que no fue mi culpa, por que si, fue mi culpa, de nadie más, solo mía.

No respondió sabía que el muy en el fondo pensaba de la misma manera que yo.

Seguimos caminando en silencio, en cambio este era un silencio diferente a los demás, era un silencio repleto de paz y ni una pizca de incomodidad. No puse atención al camino por lo que no me di cuenta cuando ya estábamos en el jardín de mi hogar.

-bueno, creo que es hora de decir adiós.- le dije

- lo mismo digo, adiós Clover.

-viniste por su aniversario,¿verdad? ,después de todo sólo faltan dos días para ello.-pregunté sin pensarlo dos veces.

Creo que no se lo esperaba ya que paro de golpe al escuchar esas palabras salir de mis labios.

- esto... La verdad es que si.- respondió como si temiera a mi reacción.

Me alegraba que aún apreciará la amistad que tuvimos.

- por favor, no te vayas esta vez.-le dije con voz débil.

Abrí la puerta de mi hogar lo más  rápido que pude. Cerré la puerta y deje caer mi cuerpo poco a poco sobre el piso de cerámica. No aguante más y lloré, todo esto no era para nada fácil, ver a Dean fue como abrir una herida que nunca cicatrizo los recuerdos de cuando estábamos todos juntos venían a mi como lluvia pero aun así una pequeña parte de mi se sentía feliz por tenerlo a mi lado otra vez.

En el lugar de siempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora