3.

11.1K 1.1K 217
                                    


Un ansioso JungKook esperaba de pie al lado de la entrada principal de la escuela a su lindo pelirrojo.

Ya era lunes, y durante el fin de semana no pudo estar más ansioso por querer ver al hermoso chico de labios abultados. Estaba muy animado, quería saludarlo con una linda sonrisa y al menos hablar un poco con él.

Por su mente no dejaba de pasearse la imágen de un JiMin sonrojado y avergonzado. Aquel recuerdo siempre estaría ahí para recordarle que JiMin no es lo que aparentaba ser en la escuela. Había un lindo chico de dulces sentimientos en algún lugar bajo esa coraza de hierro que siempre traía a su alrededor, de eso estaba seguro.

Esperó pacientemente, mirando a cada persona que se cruzaba en su camino con sus ojos brillantes de ilusión esperando que sea el más bajo, pero no fue así.

Ya eran las siete en punto, y el mayor no había llegado.

Quizá se le hizo tarde.

Se animó mentalmente, y con una suave sonrisa se adentró al instituto dispuesto a un nuevo día de clases, aunque no sería lo mismo, ya que no podía ver a su amado.

Las dos primeras horas pasaron, y el pelirrojo en ningún momento cruzó la puerta como el azabache esperaba. Comenzó a inquietarse.

¿Y si algo le había sucedido?, ¿Y si enfermó por el frío?.

La preocupación invadió su ser, y en cuanto la segunda hora se dio por finalizada ante la campana, se acercó a su maestro dando largas zancadas para evitar que se fuera, y lo tomó del brazo con cuidado de no ser maleducado.

-- Disculpe, profesor.

El de piel pálida se giró en su lugar mirando a JungKook con una suave sonrisa, esperando una respuesta de su parte.

-- ¿S-sabe por casualidad por qué Park JiMin no vino hoy a clase?. --- Se sintió nervioso por un momento al preguntarle, esperaba no recibir una reprimenda por parte del Maestro Min.

El de cabellos claros soltó una suave risa. Era muy detallista con sus alumnos, y daba por seguro que el menor se sentía atraído por el rebelde Park. Lo delataba el simple hecho de que durante cada segundo de la clase miraba en su dirección con una disimulada sonrisa.

-- La señora Park nos llamó hoy en la mañana. JiMin no pudo venir hoy porque tuvo un accidente el día de ayer. Está incapacitado por hoy, mañana y el miércoles. --- JungKook sintió que su cuerpo se congeló.

¿JiMin tuvo un accidente?.

La angustia se apoderó de su ser rápidamente, y sus puños se apretaron. Por eso no había venido, no estaba tratando de evitarlo como había comenzado a pensar. Sintió un ligero alivio ante aquella reveladora respuesta, pero aún así su angustia y preocupación eran mucho más grandes.

Necesitaba verlo. Ahora.

-- G-Gracias, Profesor Min. --- El mencionado le regaló una amable sonrisa, y sin más salió del aula dejando solo a un JungKook perdido en sus pensamientos, tratando de pensar en una excusa creíble para salir y correr a la casa del pelirrojo.

Le comentó la terrible noticia a sus amigos durante el recreo, y entre todos trataron de calmarlo y animarlo, diciendo que podría verlo en cuanto acabara la jornada.
No se tranquilizó en lo absoluto, se preguntaba todo el tiempo si había tenido una fractura, si había peleado con alguien o incluso si le habían disparado.

Miles de trágicas escenas cruzaron por su mente durante el resto del día, hasta que finalmente la hora de salida había sido anunciada.
Agradeció al cielo, y tomando sus cosas comenzó a correr fuera del lugar importandole poco si empujaba a alguien.

Frío. [KookMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora