Esas palabras hicieron mucho en mí, así que nuestra relación fue subiendo hasta tal punto en el que hicimos nuevas amistades, porque las anteriores estaban celosas de lo que teníamos entre las manos.
Recuerdo, nada más conocer a un amigo suyo, que me odiaba, adoraba a su ex novia, y yo le había expulsado de su vida. Pero conforme fueron pasando los días, se convirtió en un hermano para mi, acababa de echarse novia, el mismo día que nosotros empezamos. La chica era muy agradable, un tanto peculiar, pero estaba loca, al igual que todo aquel que estuviese en ese grupo. Se puede decir, que todos teníamos problemas, fuertes o pequeños, pero al juntarnos, todo desaparecía, y bueno, era como un gran grupo de terapia.
La confianza con el grupo se fue enlazando más, hasta tal punto de que éramos todos inseparables. Empece a conocer a más amigos, algunos me caían mejor que otros, pero les tenía mucho cariño a todos.
Sus mejores amigos, me habían cogido mucho cariño, y sus amigas, celaban por lo que yo tenía. Todos me decían, que cuando ellos lo conocieron, no era así, era mucho más tímido, era divertido, pero le costaba coger confianza; y desde que estaba conmigo, solo reía, saludaba cada vez que veía a alguien.. Era diferente, pero a bien. Sabía a quién contarle sus cosas, pero también sabía que tenía a gente diferente para cada cosa, salvo unos cuantos, que estaban para todo. Le había sacado de su zona de confort, esa zona la cual estuvo encerrado de por años, esperando a grandes pasos que alguien consiguiese sacarlo.
Y qué suerte tuve de hacerlo yo.
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Siempre.
RomanceUna gran historia de amor, narrada de mano de sus creadores. ¿Listos para comenzar a soñar?