CUIDANDO DE MI ENTRENADORA (TERMINADA)

Capítulo XI

Narra Cruz

Mcqueen ah estado actuando raro estos meses, se le ve decaído y eso no me gusta... Desde que que fue a dejarle la invitación a el Sr Tex le veo de esa manera.

Cruz: Sally... Me estoy preocupado por... Robert...

Sally: y eso porque?

Cruz: por su actitud!

Sally:oh eso, pues... Deberían hablar. Digo si pueden.

Cruz: me siento frustrada por todo esto, la iglesia, el vestido, los arreglos, invitados, salón, las damas de honor...

Sally: más te vas a frustrar, solo relajate.

Cruz: COMO QUIERES QUE ME RELAJE SI LA BODA ES EN 2 SEMANAS!!!

Sally: ¿¡ PERO QUÉ COÑO!?

Cruz:¿¡COMO NO TE DISTE CUENTA!? - senti como mi cara se ponia roja de tanto estar gritando.

Sally: o..o...ok, primero hay que inhalar y exaltar - empecé a hacerlo lento- respira ondo y yo cuento hasta 10 ok- dicho eso lo hice  y ella empezó la cuenta- 9...10.

Cruz: solo contaste 2 números Sally!

Sally: ni yo tengo tiempo para eso!

*****

Cruz: Mcqueen... Pasa algo?

Mcqueen: ah! Lo siento, estuve distraído que decías? - al mirarme senti un cosquilleo en mi estómago, esa linda sonrisa que me vuelve loca y me saca de quicio.

Cruz: te eh notado extraño estos días... Bueno semanas, y me preocupa que estés así, ya solo faltan 2 semanas para la boda y no me has ayudado en nada- le reclame, por un momento senti que le reclamaria todo en cara.

Mcqueen: perdón Cruz, es solo que... Lo eh pensado y... - empezó a acercarse a paso lento frente a mí y me miro fijamente tomando mis manos con firmeza- estas segura que quieres... Esto? - preguntó mirando a su alrededor el salón de eventos, es no muy grande pero perfecto para nuestra boda.

Cruz: ah que te refieres? - mi voz se escuchaba quebrada y eso me delato para ver a mi rubio un poco alternado y preocupado.

Mcqueen: me-me refie-ero a esta carta- de repente metió la mano dentro del bolsillo de sus jeans y me enseño un papel doblado- la encontré en la oficina de la casa al buscar la invitación para el señor Tex...

No entendí nada, mire el papel por unos segundos y luego pase la mirada en la de el... Aquellos ojos azules que tanto amaba estaban al borde de las lágrimas, por mi lado mis mejillas ya estaban húmedas... Esa cosa no era mía, yo jamás escribirí es nota.

Cruz: eso...eso no es mío- la tome y al abrirla pude ver que era efectivamente mi letra- yo no escribí esto Robert. Esta es mi letra, pero yo no la escribí.

Mcqueen: ¿por qué?

Cruz: eh?

Mcqueen: ¿POR QUÉ ME MIENTES?- y vi que sus lagrimas empezaron a caer.

Cruz: ¡YO NO TE ESTOY MIENTIENDO!

Mcqueen: ¡ENTONCES EXPLICAME! ¡EXPLICAME POR QUE ESTA ESTA MALIDTA NOTA DICE QUE NO PUEDES CASARTE CONMIGO! ¡LA ENCONTRE HACE 4 MESES ATRÁS ENTRE TODA LA PAPELERÍA DE AQUEL ESCRITORIO!

Cruz: PUES YO NO FUI! ¡JAMÁS ESCRIBIRÍA TAL COSA! ¡YO TE AMO MUCHO Y JAMÁS TE DEJARÍA!

No paso ni un segundo cuando sentí sus labios sobre los mios, pude ver que de sus ojos caían más lágrimas y sentí mis mejillas más húmedas, ¿quién habrá hecho esto?...

Aquí es donde entendí... Que el me amaba demasiado... Y yo a el... El era lo que siempre había soñado y me hizo olvidarme de todo aquello por lo que algún día llore.

*****

Narrador

Párroco: Cruz Esmeralda Ramírez aceptas a Joseph Robert Mcqueen como tu esposo, para amarlo y respetarlo, en la salud y en la emfermedad, en la riqueza y en la pobreza hasta que la muerte los separe?

Cruz: aceptó

El día llegó, la novia vestida con su hermoso vestido color blanco, era de manga larga hasta los hombros los cuales estaban al descubierto, no era tan esponjoso pero era perfecto para ella, con un pequeño liston del mismo color en el cuello, a ella no le gusto exajerar con un collar que brillara demasiado, el velo media unos 3-4 metros, ya saben, ella tenía la creencia de que mientras más largo el velo, más largo el matrimonio, algo que le inculcó su madre desde pequeña. El novio con su traje negro de 3 piezas con un moño en el del mismo color, su camisa era de un celeste claro, su peinado era solo el copete levantado, no quiso hacer tanto ajetreo al arreglarse, el decia que la novia lo amaba como el fuese, y tenia razón.

Párroco: Joseph Robert Mcqueen, aceptas a Cruz Esmeralda Ramírez como tu esposa, para amarla y respetarla, en la salud y en la emfermedad, en la riqueza y en la pobreza hasta que la muerte los separe?

Mcqueen: aceptó

Párroco: por el poderque se me a otorgado, yo los declaró marido y mujer...

Puede besar a la novia.

El silencio se hizo presente entre ellos dos, los gritos de amigos, familiares, conocidos, y demás gente se dejaron de oír al juntar sus labios en un lindo y cariñoso beso lleno de amor y ternura para ellos dos.

Al pasar por aquel gran pasillo de la iglesia, donde las personas presentes les aventaron petalos blanco y arroz, la  morena miraba con euforia a su marido quien ahora era solamente de ella y nadie más, y quien el cargaba en brazos hasta la salida para llegar a la limosna que los esperaba afuera para ir a la gran fiesta que les esperaba a ella y sus familiares...

Mcqueen: todo lo que pasamos para llegar a esto jaja- le sonrío a su esposa.

Cruz: si... Quien diría - los dos entrarose adentraron en el vehículo y emprendieron marcha a el gran salón.

Mcqueen: si, quien diría que todo empezó porque yo - tomo con delicadeza la cabeza de la morena para pegar sus frentes y mirarse con amor- tuve que estar...

Cuidando de mi entrenadora.

Fin...