Abajo de Nosotros.

De como ocurrió la explosión.

Llegue a la escuela como normalmente lo hago casi todos los días y me encontré a Emi enfrente de la escuela y le pregunté:

-Oye, ¿Porqué no entras? Ya van a cerrar. 

-Se me olvido la credencial, y me da flojera ir a mi casa.

-Vives a dos cuadras.

-Te dije que me da flojera. 

-¿Vas a entrar hoy entonces?

-¿Cuando dije que no? Si quieres ya vete, yo se como voy a entrar. 

Ahí la deje, normalmente ella sabe lo que esta haciendo. Entré a la escuela, presente mi credencial y me quede en el patio hasta que tocaran el timbre para entrar al salón.

Antes de usar las escaleras, se formó una estampida en la entrada, y ví claramente a Emi entre las primeras personas. Finalmente ella tenia Razón. La esperé y nos subimos al salón. En el camino nos encontramos al profesor de Ética. Nos vio que también íbamos al salón y apuró el paso como intentando burlarse de nosotros, nos echamos a correr y pudimos llegar antes que el, ya que el dice que cuando el entra, ya nadie mas puede 

Llegamos al Salón y vimos a Abel platicando con la Pascuas,  aprovechamos esos segundos de clase para bromear que eran novios, nos llamo inmaduros y frunció el seño. Se paró e hizó una seña de que debíamos volteáramos; el profesor ya había llegado, pero no venia solo, venia con un policía, la directora y dos padres de familia al fondo.

Al entrar el profesor, solo nos saludo, pidió que nos sentáramos y que sacásemos todo lo que llevemos en los bolsillos, bolsas y en la mochila. Había una inspección de material, debido a que hubo un reporte de que alguien llevaba drogas a la escuela. Realmente no tenia mucho de que temer, mas que por el celular y los audífonos que estaban prohibidos. Abel escondió un cortador de cajas en su calcetín, aprovechando que sus pantalones lo cubrían todo y eran oscuros sus calcetines, mientras que Emi escondía en su juego de geometría un juego de naipes bastante básico. 

Lo mas peligroso que encontraron fue un encendedor de cocina, uno de bolsillo, un paquete de cigarros y dos navajas, una con forma de USB.

Nos sentamos y guardamos nuestro material, lo mismo hicieron los que les encontraron cosas, pero ellos se salieron del salón con el profesor.  Entonces interrumpí la platica de Abel y Pascuala para contarle lo que me pasó el viernes cuando salimos todos.

-No vas a creer lo que me paso el viernes en el metro. 

-¿Encontraste el amor verdadero y vas a dejar de llorar hasta dormirte? Hizó una risa burlona con Pascuas, ella se le quedo viendo fijamente, yo solo sonreí condescendientemente y le dí una palmada en la espalda. 

-No, pararon el metro y tiraron a un señor cuando nos evacuaron del tren. 

-Ah, de eso. Si ya sabia, mi padrino me contó de eso. A un idiota se le ocurrió que es buena idea aventar unos juegos pirotécnicos encendidas a las vías justamente cuando un tren venia en camino. Entonces el conductor pensó que eran explosivos y paro el tren, activo la alarma de emergencia y detuvieron los trenes, por lo que apagaron las conexiones de luz de las principales estaciones como Zócalo, Bellas Artes y Taxqueña y abrieron todas las entradas para dejar salir a la gente. Cuando digo todas son todas, incluso las que nadie casi nadie conocía. 

-¿Tienes un padrino que trabaja en el metro?

-No considere que era necesario decirlo.

Como vi que que no venia el profesor de ética, me fui a mi lugar, escuche musica con mis audífonos y leí un libro que había guardado en la mochila antes de irme. Todos empezaron a jugar pero en un momento todo se quedo callado y limpiaron el salón. Algo iba a ocurrir.

La directora estaba en el otro pasillo, con los que detuvieron, un policía, y unas madres, unas de ellas estaban tan enojadas que se veía desde el salón que tan rojas estaban, otras estaban llorando y otra parecía que ya se quería ir. 

Me senté esperando a que el maestro de matemáticas entrara al salón, pero llego corriendo sofocado al salón.