Introducción

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Aún no sé por donde empezar a relatar todo lo que aconteció en aquella primavera del siglo
XXI. Tal vez se sonrojen mi cachetes, pero no puedo ocultar dicha alegría que no resolví
durante mucho tiempo. Podría decir una década.
Lápiz y hojas se establecieron dentro de mí y no lograron alejarse nunca más. ¡Mírame! Han
pasado diez años después de los sucesos que acontecieron en el mejor desvelo de la noche.
No puedo creer que después de un largo período, pueda besarte de la misma forma, tal cual
como la primera vez que te vi en aquel Abril. Logro decirte que ¡Te Amo! Cada día, como si
fuera el último respirar de mi reloj.
Me gustaría adelantarme un poco contando la historia, pero no serviría mucho hacerlo, ya que
deseo que sientas cada frase, como nuestra primera caricia.
¿Recuerdas aquel discurso que te di antes de pedir tu mano? Bueno, pues estabas algo
nervioso y el brillo de tus ojos eran tan radiantes que solamente admiraba lo maravilloso que
eras. ¿Cómo todos pueden apreciar a una escultura inamovible, cuando el verdadero arte está
frente a mis ojos? Pues es ahí donde comienzo a relatar todo lo que aconteció alrededor de
nuestro destino. Mirándonos él uno al otro, todo se hace más hermoso y las palabras se vuelen
poesías.

La Última Canción. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora