La maldición de Alyssa

Capítulo 1: La Orden del Fénix

Era 1 de septiembre de 1995, los alumnos corrían por el andén 9 y ¾ para subirse a aquel tren que los llevaría a Hogwarts. Una niña de 11 años, con un oscuro pelo liso, ojos igual de oscuros que su pelo y una tez pálida, comenzaba sus estudios ese mismo año.

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Aquella niña de piel pálida, caminaba triste por los pasillos. No hablaba con nadie. Las clases eran un infierno y sus ratos libres no eran mejor. La situación en la escuela era mala debido a la suma inquisidora, por lo tanto, la niña no quería acudir a sus clases.

Dudó por un instante, mientras abrazaba sus libros y pergaminos con fuerza, si entrar o no a aquella aula de defensa contra las artes oscuras. Los demás alumnos iban llegando, algunos la esquivaban para entrar, otros, la miraban como un bicho raro. Al ser una niña tan reservada, a menudo era el blanco de las burlas.

Después de varios minutos mirando hacia el interior del aula desde la puerta, escuchó a unos compañeros de su clase hablar mientras se acercaban a la puerta.

Alumno 1: Que sí, búscalos, ya verás como tienen de todo para faltar a clase.

Alumno 2: ¿Pero funciona? No me pasará nada, ¿verdad?

Alumno 1: Claro que funciona, mi hermano mayor dice que llevan haciendo bromas desde que él entró en su primer año.

Alyssa: ¿De quienes habláis?

Alumno 1: Vaya... Mira quién tiene voz.

Los dos niños se rieron y aquella insegura niña quiso salir corriendo, escondiendo su cara en los libros que abrazaba, pero entonces, uno de los chicos le habló amablemente y Alyssa volvió a alzar su cabeza para mirarlos.

Alumno 2: ¿Por qué lo preguntas?

Alyssa: —con una voz muy insegura— Estabais hablando de que tenían algo para faltar a clase.

Alumno 1: No te gustan las clases de Umbridge, ¿eh?

Alyssa: ¿A vosotros sí?

Alumno 2: Los gemelos Weasley. Son Gryffindor, como tú.

Alyssa: Gracias.

Así que, Alyssa fue a la sala común de Gryffindor en busca de aquellos chicos mayores de los que había oído hablar. Cuando llegó a la sala común, allí estaban ellos, dos chicos de 17 años, gemelos idénticos y pelirrojos.

Alyssa: ¿Sois los Weasley?

George: Los mismos.

Alyssa: Quería compraros algo...

Fred: ¿Como qué?

Alyssa: No quiero ir a la clase de la maldita Umbridge.

Los dos gemelos se miraron entre ellos y pusieron una sonrisa cómplice. Luego, uno de ellos sacó un caramelo de un maletín. Alyssa observó el caramelo, vio que estaba partido en dos partes, una naranja y otra morada.

Fred: Primero tienes que comerte la naranja.

George: Y no te comas la morada hasta que te avisemos.

Alyssa confió en esos chicos que no conocía y se metió en la boca el caramelo naranja. El gemelo que estaba sentado a la derecha la cogió de los hombros y le dio la vuelta hasta que la pequeña les estaba dando la espalda. Sl poco rato, Alyssa comenzó a vomitar.

Fred: Ahora.

George: La parte morada.

Alyssa se metió en la boca el segundo caramelo y los vómitos cesaron al instante. Alyssa se limpió la boca con la manga del jersey y se giró ilusionada.