Capítulo 2: El misterio del príncipe

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Harry llegó a la casa de los Weasley y, después de saludar a todos, se quedó hablando con Hermione y Ron en la habitación del último. A través de la puerta, Harry observaba a Alyssa jugar con su varita.

Harry: ¿Desde cuándo está ella aquí?

Ron: —quejándose— Ha estado todo el tiempo...

A Hermione le sorprendió el tono de voz de Ron y le dio un codazo.

Hermione: Es una chica muy dulce.

Ron: No pensarías lo mismo si la tomara contigo todo el tiempo.

Hermione: Nadie la toma contigo, Ron.

Ron: Fred y George están todo el tiempo intentando hacerla reír y soy el blanco de todas las bromas.

Hermione: Eso es porque George y Fred se han dado cuenta de que esa niña necesita que la hagan reír... No me quiero ni imaginar cómo se debe de sentir después de ver morir a sus padres.

Harry: ¿Y tú cuándo has llegado, Hermione?

Hermione: Hace unos días.

(...)

Los gemelos habían montado su propia tienda de bromas y todos fueron a verla. Alyssa se quedó mirando los filtros de amor y cogió uno, cuando los dos gemelos se separaron, la niña se acercó a Fred.

Alyssa: Fred.

Fred: No soy Fred, soy George.

Alyssa: Eres Fred.

Fred: ¿Nunca vas a picar?

Alyssa: ¿Nunca te vas a cansar de esa broma?

Fred: ¿Qué querías?

Alyssa: ¿Qué es lo que hacen?

Fred: ¿Hay algún muchacho al que quieras enamorar?

Alyssa: No, solo tengo curiosidad.

Fred: Ábrelo y huelelo.

La niña hizo caso y acercó su nariz cuidadosamente.

Fred: ¿A qué te huele?

Alyssa: A nada.

Fred: Debería funcionar.

Fred le quitó el frasco de las manos y lo olió.

Fred: Sí que funciona, prueba otra vez.

Alyssa: Huele exactamente a lo que llevo oliendo todo este rato.

Fred: Huele a lo que más le gusta a la persona que lo huele.

Alyssa: Eso es que lo que más me gusta es esta tienda.

Los dos rieron y Alyssa le devolvió el frasco.

Fred: ¿No lo quieres?

Alyssa: No, pero me llevo estas píldoras. ¿Cuánto és?

Fred: Coge todo lo que quieras de la tienda y no se lo digas a George.

Fred le guiñó el ojo y se iba a alejar cuando una anciana lo detuvo.

Anciana: ¿A cuánto van las píldoras vomitivas?

Fred se quedó extrañado y se acercó a la anciana.

Fred: Cinco galeones cada una...

Anciana: Me llevo quince.

Fred: ¿Son para usted?

Anciana: No, yo ya soy mayor para estas cosas. Son para mi pequeñín, Charlie, quiero que esté preparado para cuando empiece sus estudios en Hogwarts... Es muy travieso, creo que todo esto le encantará.

La maldición de AlyssaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora