Capítulo 4: Las reliquias de la muerte. Parte 2

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Voldemort hizo un mensaje para Hogwarts de que si entregaban a Harry Potter, no habrían heridos. Una chica Slytherin propuso entregarlo. Al oírlo, Alyssa se puso al lado de Harry apuntando con su varita. Entonces, otra chica lanzó un hechizo. Alyssa lo paró y se lo devolvió, lanzando así a la chica hasta la esquina del comedor.

Alyssa hizo una media sonrisa y se giró para mirar a Harry.

Alyssa: Me alegro de verte, Harry Potter.

Harry: Me alegro de verte, Alyssa.

Después de eso, cada uno se fue en una dirección y Alyssa corrió detrás de los gemelos, los cuales no veía desde Navidad.

Alyssa: Fred, tengo que hablar contigo.

Fred: No soy Fred.

Alyssa: A solas.

Fred miró a George y éste le guiñó el ojo. Fred asintió y salió junto a Alyssa del comedor, se colocaron junto a la ventana, uno frente al otro. Los estudiantes salían del comedor pero no prestaban atención a que ellos estuvieran ahí.

Fred: ¿Y bien?

Alyssa: No sé ni por dónde empezar... Fred... ¿Nunca te has preguntado por qué no te confundo con tu hermano?

Fred: Porque nos conoces muy bien.

Alyssa: Tu voz es distinta a la de George... Ambos tenéis los ojos alargados pero tú los tienes más redondos que él... Vuestras sonrisas, aunque a menudo son muy parecidas, la tuya es más pequeña y recta, enseñas menos los dientes que él al sonreír... Vuestro pelo... Bueno, la verdad es que tenéis el pelo igual.

Los dos rieron y Fred intentó disimular la sonrisa que se le había formado, mordiéndose el labio, pues no podía negar que le gustaba saber que la niña se había fijado en esos pequeños detalles que lo diferenciaban de su gemelo.

Fred: ¿Por qué me estás diciendo esto?

Alyssa: Me gustas, Fred... Me gustas de verdad.

Fred se quedó impresionado, abrió la boca en varias ocasiones para hablar, pero no le salían las palabras. Miró hacia alrededor nervioso, comprobando que nadie estuviera escuchando.

Alyssa: Voldemort se acerca... No sabemos lo que puede pasar... Y, bueno, quería decírtelo mientras aún estoy a tiempo.

Fred: Todo va a ir bien, ¿vale?

Alyssa: ¿Puedo pedirte algo?

Fred: Claro.

Alyssa: Un beso de despedida, solo por si acaso.

Fred se acercó a Alyssa y le dio un beso en la mejilla. Alyssa apretó los labios nerviosa y miró a los ojos al chico una vez él se había vuelto a alejar de ella.

Alyssa: No así, me refería a otro tipo de beso.

Fred: ¿Qué? ¿Estás loca? ¡Eres una niña!

Alyssa: ¿Puedes venir conmigo?

Fred: ¿A dónde?

Alyssa: Confía en mí.

Alyssa cogió de la mano a Fred y lo llevó hasta un cuarto de la limpieza, intentó abrir la puerta pero estaba cerrada. Entonces, Alyssa lanzó un hechizo y la puerta se abrió, la niña tiró del chico lentamente hasta que estaban los dos dentro. La niña se giró para mirar al pelirrojo y pudo notar que estaba muy incómodo en ese espacio tan pequeño los dos solos.

Alyssa: Cierra la puerta.

Fred: Alyssa... ¿Qué hacemos aquí?

Alyssa: Lumos.

La maldición de AlyssaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora