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Después de obtener mis cafés, Hero insistió en darme su número por si, según él, necesitase algo al ser nueva en la universidad. Una vez me despedí de él volví al apartamento de mi madre y le entregué su bebida. Me fui a mi habitación y le mandé un mensaje a mi padre diciéndole que había llegado bien y me sentía cómoda. En eso me llegó una llamada de Sierra.

— Mi compañera de habitación es una idiota. Sácame de aquí ya, por favor, Lea, nunca te he pedido nada. Por favor.— lloriqueó.

— ¿Tan mala es?— ahogué una risa.

— Horrible. Esa chica es insufrible. Cuando he entrado a la habitación olía a marihuana como si cultivara aquí toda la producción del país.— no pude evitarlo y solté una carcajada.

— Pues pide que te cambien de habitación. Quejándote no vas a conseguir nada.

— ¿Qué puede salir mal? Quizás me pongan con una niña de papá insufrible con la voz chillona y a la que le gusta el rosa demasiado. ¿Sabes qué? Creo que me quedo con mi actual compañera. Chaito.— colgó y me quedé con el ceño fruncido ante la reacción de mi amiga. Miré el teléfono y vi el fondo de pantalla. Él me besaba la mejilla mientras yo reía. Este fue rápidamente sustituido por el de un atardecer que capturé en Roma. Idiota de mí.

Me tumbé en la cama boca arriba y contemplé el techo de mi habitación por un largo tiempo. Decidí empezar a ser productiva y empecé a hacerme el bolso para el primer día de universidad. Si dijera que no estaba nerviosa, estaría mintiendo como una vil bellaca. ¿Qué se lleva una a la universidad? Metí una libreta, mi estuche y mi portátil por si acaso. Dejé la bolsa en el escritorio y me senté en el borde de mi cama mirando las vistas frente a mí.

El chico inglés se pasó por mi mente y decidí enviarle un mensaje.

Hero F.

Hola, soy Lea, la chica de la cafetería 🙂
Enviado 15:30

Oh, no esperaba que me escribieras tan rápido.

¿Te he molestado?

No, tranquila, tampoco estaba haciendo nada

Mañana es mi primer día de universidad y estoy nerviosa. Me preguntaba si me podrías guiar y todo eso. Claro, si no te molesta.

¡Claro que no me molesta! Si quieres mañana paso a por ti antes de ir a clases ☺️

Me encantaría. Luego te mando mi dirección. Hasta mañana, Hero. Xx

Con una sonrisa bloqueé el móvil y lo tiré sobre la cama. Como no tenía mucho que hacer más que ponerme nerviosa por mi primer día de clases, volví al salón para ver una película o algo. Mi madre ya no estaba, supuse que estaría en su habitación o en su estudio. Me tumbé sobre el sofá y me dispuse a descubrir cómo poner Netflix, una vez lo hice me pasé media hora eligiendo qué ver. Me decanté por Friends.

Me había visto ya seis capítulos cuando mi madre salió por el pasillo y me dio una sonrisa.

— ¿Quieres que pida algo para cenar, cariño?

— Depende de qué.

— ¿Chino?— prguntó con un toque de esperanza de que me gustase.

— ¡Sí! Me encanta la comida china. — ¿A quién no le podría gustar?

— Vale, ahora llamo. Pon la mesa, por favor.

Perfect || S.M.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora