Narrador omnisciente
Un pequeño erizo azul de 10 años yacía corriendo y jugando en el parque con sus demás amigos, un pequeño zorro, un alto equidna y un erizo grisaceo, su sonrisa y su velocidad era única.
—Jajaja perdedor, te toca—dijo aquel pequeño erizo de ojos esmeralda con un tono burlesco, haciendo enfadar a su amigo— lo siento knuckles, eres demasiado lento-dando una sonrisa victoriosa—
—Ya verás sonic— mencionó su amigo color carmín el cual trataba de atraparlo pero sólo era en vano.
Siguieron jugando a aquel juego con el nombre de atrapadas cuando escucho una voz familiar
—¡¡Sonic, es hora de ir a casa!!— mencionaba una eriza de tonos púrpuras — recuerda que en unas horas saldré de viaje
— con un tono de inquietud en su voz.El erizo se despidió de sus amigos y lamentaba no poder reunirse con ellos toda la semana ya que su madre saldría a un viaje de negocios, su padre se la pasaba todo el día en el trabajo y su hermano mayor no le prestaba demasiada atención, así que no tenía otra opción más que quedarse en casa mientras su madre regresaba, sus amigos asintieron y se despidieron de él con dulces sonrisas, observando como él pequeño erizo corría hacia su madre con una sonrisa y tomaba su mano.
Sin saber que ese amigo suyo nunca volvería
Pasaron las semanas y los meses aquellos amigos se preguntaban, el donde estaría su amigo azulado. Sus madres ignoraban las preguntas de sus pequeños sobre él.
Hasta que un día, lo vieron en el patio de una humilde casa, sobre un columpio meciendose y haciendo caer suaves lágrimas sobre su terza piel color durazno.
—¡Sonic!—gritó aquel de pelaje rubio—amigo, hace meses que no sabemos nada de ti, ¿todo está bien?.—se acercó a él
El erizo quedó en silencio, soltó lágrimas amargas al escuchar aquella pregunta, ignorando así a sus amigos que lo acompañaron en su infancia.
—Sonic—escuchó romper el silencio a su amigo grisaceo—por favor dinos que pasa, sabes que estamos aquí, ¿hicimos algo mal? —
—Váyanse—susurro con rabia aquel de pelaje cobalto—no los quiero volver a ver.—soltando lágrimas amargas con cada palabra.
Aquellos infantes empezaron a insitir en ayudar a su amigo, no se le observaba bien, al parecer se veía desnutrido, un pequeño niño con rastros de no ser bien alimentado y de no haber dormido hace noches, su amigo zorro se encontraba jalandolo ya que al parecer él pensaba que sí jugaba con ellos, él los perdonaría y entre el ruido y los jalones todo cesó ante la acción de nuestro ya mencionado erizo.
—¡dije que se fueran!—gritó el erizo, empujando al rubio como primera acción involuntaria haciéndolo que se golpeara con uno de los tubos de su ya mencionado columpio.
Observó como el infante comenzaba a llorar y veía como su cabeza pronto se tornaba de un color carmín, al parecer se había descalabrado, trato de disculparse pero su amigo ahora le tenía miedo.
Él entró en shock, perdió el sentido del oído por ese momento y vio como todo pasaba cámara lenta, vio a sus amigos cargar a su amigo rubio huyendo rápidamente de él con miedo.
Y así empezó su tortura
6 años después nuestro protagonista se encuentra en la preparatoria de green hill, una escuela de alto prestigio para alumnos muy adinerados, asi comenzando su segundo año, donde el adolescente era molestado por su actitud egoísta e indiferente al punto de ser considerado un inadaptado, casi un raro y eso no era lo único que lo turbaba el erizo trabajaba en un puesto de comida para ganar su dinero de la renta de su apartamento, hasta que unas chicas lo atraparon y corrieron el rumor que era un muerto de hambre
Nadie más le volvió a hablar desde aquel accidente y desde aquella situación con el puesto.
—Miren ya llego el raro— dijo un ratón color negro burlándose de él.
—Jajaja, miren aún tiene aceite de la freidora— una murcielga replicaba burlándose y empujando al erizo hacia los casilleros.
Toda la gente susurraba al verlo pasar y los que tenía a agallas lo insultaban en voz alta y aveces lo golpeaban, él ya se había acostumbrado después de aquel sexenio de tortura.
Él se acurrucaba en una profunda depresión tras la tragedia de su madre, y nadie estaba para escucharlo.
Sus clases iban normal, era alguien con problemas académicos ya que le daba igual estudiar, estando en la cafetería encontró un mesa sola para poder posar su bandeja y empezar a tragar aquellos sólidos.
Hasta que algo cambió de su rutina
¿Hey, puedo sentarme?
Escucho decir a esa eriza rosa que haría su vida diferente
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BUENO, COMO ESTÁN?
Jajaja regrese de la tumba, esta es una idea que estuve pensando hace un buen tiempo y me gustaría saber que tal les parece esta idea. El hecho de poner al héroe de mobius en depresión jsjsjsjs por favor apoyenla la historia tiene buenos planes pero si no es de su agrado la cancelare, trataré de terminar unos planes que ya había empezado.
Es todo, espero les agrade si algo no les agrada comentenlo, ah por cierto esta historia tiene 3 finales.
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¿Volveré a ser feliz a tú Lado? - SONAMY
FanfictionObservó como el infante comenzaba a llorar y veía como su cabeza pronto se tornaba de un color carmín, al parecer se había descalabrado, trato de disculparse pero su amigo ahora le tenía miedo. Él entró en shock, perdió el sentido del oído por ese...