Me dirigia a casa de Mía, dentro de unos días era el cumpleaños de Mel y queriamos hacerle algo especial.
Estábamos hablando y no nos poniamos de acuerdo, cada una queriamos hacerle algo totalmente diferente, pero finalmente encontramos el regalo perfecto. Le hicimos un vídeo de nosotras tres, con fotos y música y una caja llena de chocolates, dulces y caramelos. Se iba a hartar de caries.
Terminamos el vídeo en el ordenador de Mía, la verdad el vídeo habia quedado demasiado bien, parecía profesional menos mal que fue con la ayuda de Mía, si lo llego a hacer yo sola no sé que hubiera salido.
Después, nos fuimos al centro comercial, y obviamente llamé a Mel, me mataría si me voy al centro comercial y sin ella. Además, teniamos que hablar del beso de Jou.
Estaba esperandonos, a mí y a Mía en la puerta de una zapatería. Me vió y fue directa a darme un abrazo.
Después hablamos del asunto, ninguna dijo la palabra "beso":
-Sé que te ha molestado y lo siento-
Me dijo. Y la verdad, que me habia molestado, pero ella no habia hecho nada, fue él quien se lanzó, no podia enfadarme con ella, quizás por ser mi mejor amiga o porque sus ojos grandes y marrones se clavaban en mí rogandome un perdón. Aunque la conozco, y sé que el beso le gustó.
-De acuerdo, no te preocupes, sé que no has hecho nada- Le dije y ella se calmó.
Fue una tarde magnífica, no hablamos de Jou ni de Bryan, ni de Mery. Lo pasamos genial. Fue una tarde muy productiva.
Al llegar a mi casa, mi madre estaba en el sofá viendo la televisión, le dí un beso fugaz y volé a mi habitación, pero antes de cerrar la puerta, la que me aislaba de mi casa, mi madre me paró y me dijo que entrará a la habitación de Jou a por unos papeles que él tenia en el cajón, pensé que porque no podia hacerlo ella pero, estaba cansada del trabajo, y a mí no me molestaba hacerlo.
Entré a su habitación rápidamente, él se estaba duchando, dí una vista fugaz por la habitación observando todo con atención. Estaba su guitarra, la que le compraron a los 13, su balón de baloncesto, y una foto nuestra en su estantería. La ví y no pude evitar sonreir, la contemplé una y otra vez. Hechando de menos ese día, en la playa, yo tenía 10 y él 13, jugando con el agua. Pero volví a la realidad, abrí el cajón de su mesita, habían un montón de papeles, fotos, canciones y hubo uno que me llamó la atención, era un estribillo precioso compuesto por él:
Siento que la vida pasa y qué,
te conozco desde hace mucho y pienso que me enamoré,
No entiendo porqué y aún no lo sé,
Pero eres preciosa, y me llenas de locura.
Pensé en segundos que era para mí, que lo habia escrito por mí, pero no, ¿Como lo iba a hacer?.
Jou con una toalla por la cintura me vió, me cogió los papeles de la mano y los guardó
-¿Que haces? Eh, ¿Que querias?-Me pregunta.
-Unos papeles que me ha pedido mamá- Le contesté, no entiendo su reacción.
-Toma- Tenia muchos papeles y sin querer, se le cayó una foto de sus padres, de sus padres biólogicos.
Los dos la cogimos al mismo tiempo, que torpeza por mi parte, le cogí la mano, y nos miramos. La solté rápidamente.
-Nunca me has hablado de ellos- Le dije.
-Ya... ¿Y que quieres saber? Murieron en un accidente de coche..- Los ojos de Jou se humedecierón, es cuándo se te nubla la vista y no quieres llorar en público, y instintivamente le dí un abrazo, éle sujetaba por la cadera y podía escuchar su respiración.
-Tu madre era preciosa. Y recuerda que nos tienes a nostros-Le dije al oído - A mí-.
Entonces, él asintió, me aparté de sus brazos, él se secó los ojos y dijo, tratando de olvidar el dolor:
-Bueno, ahora vete, que me voy a cambiar, ¿O quieres verme?- dijo sonriendo. Y sin pensarlo dos veces, me fuí.
Hacia tiempo que no le daba un abrazo y nunca le dí un abrazo así.
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SOY TU HERMANO
JugendliteraturElla, que sólo tiene 15 años, alegre, risueña, divertida. Algo loca quizás. Preciosa.Una chica, con ganas de comerse el mundo. Él, 18 años, llamado Jou.Rebelde, orgulloso, chulo. Guapo a más no poder. Pero tristemente huérfano, esto hace que cuando...