Capítulo 26: ¡PUTA MADRE! (Día de las hormonas parte 3)

18 0 0
                                    

Capítulo 26: ¡PUTA MADRE! (Día de las hormonas parte 3)

Estas últimas horas fueron extrañamente productivas; apunté todo lo que el profesor hablaba en clase (y por todo, me refiero por TODO), participe lo suficiente y hasta saqué puntos extras. Más sin embargo, mi mente había estado ausente. ¿Por qué, en estos momentos dónde necesito apoyo, ella me dice que se irá? No quiero decir que no me contacte más con ella, pero con el paso del tiempo se borrará nuestra amistad. Eso es lo que siempre pasa...

Giovanni no me habló entre clases. Quizas esta demasiado ocupado... Pedí permiso a la profesora para que me permitiera salir al baño y me lo consedió. Necesito aclarar mi mente.

A ver, ¿Qué asuntos tengo pendientes?

¤ Saber qué es lo que insinua Leonardo

¤ Lissete se va a mudar

¤ Averiguar si Gio sigue enojado conmigo (o como sea que estuviera)

¤ El porque nadie recuerda a mi amigo de la infancia Oscar Giovanni

¤ Cómo es que Gio terminó siendo un "ángel negro"

¤ El hecho de que me quedan 17 días de vida...

¡Mierda, Mierda y Ultra-Mierda! ¡¿Cómo le haré para hallar una forma de quebrantar ese estúpido contrato?! Me lleve las manos a la cabeza y me jalo mis cabellos. Mi vista se vuelve un poco borrosa. ¿Qué se supone que haré? Ah, y se me olvidaba, Hugo...

Cierro fuertemente los ojos para no llorar.

《- Eres tan patetica que no mereces esta vida. Mirame, soy mejor que ese estúpido sirviente- Estoy frente a un joven que aparenta la edad de 28 años. Yo solo le devuelvo una sonrisa burlona.

- ¿Crees que soy una cualquiera? Yo decido a quién uso para mi diversión, y para tu información, ese "estúpido" sirviente me ha dado algo que tu nunca me darás.- Agrando mi sonrisa y me rió burlonamente -Y eso es...

Me empieza a doler la cabeza. ¿Qué fue eso? ¿Una ilusión? No puedo evitar toser violentamente, así que me cubro con mi mano la boca. Cuando retiro mano, me quedo asombrada y temerosa... ¿Qué es esta sangre?

Desesperadamente busco algo con que limpiarme y me fijo en mi imagen en el espejo. Tenía el aspecto normal a pesar de haber casi llorado y haber tosido de esa manera. Cuando salga del baño inmediatamente voy a ir a la enfermería.

Abro la puerta y apenas si doy unos 4 pasos y me tienen con la espalda en la pared. Asustada y enojada, me fije en el bastardo que me puso así. Como era de esperarse, Leo.

- ¿Qué mierda quieres?

- Vaya, ¿Quién diría que Eva, la flor delicada, pudiera devorarme con la mirada?- Me dedicó una sonrisa burlona y colocó su mano apoyada en la pared, a un lado de mi cabeza, dejandome sin escapatoria.

- ¡¿Quíen carajo te crees para decirme "Eva, la flor delicada"?!- Dije imitando su voz.

- Adelice, Adelice, soy más de lo que podrías imaginar, o recordar...- 《¡¿A qué mierda se refiere?!》

- ¿Pero de qué mierda estas hablando? Dejame en paz, necesito ir a la enfermería- Hice un esfuerzo para safarme  de su agarre, pero fue en vano.

- No es necesario que vayas a la enfermería. Pero te puedo dejar el paso libre si tan solo me das un...

- Ni siquiera lo pienses- ¡¿Por qué mierda me sonríe así?!

- Yo consigo siempre lo que quiero- Dijo mientras poco a poco acercaba su rostro al mio, sin poder hacer algo para detenerlo.

- Quita tus sucias manos de encima

Ah, Gio.

Leonardo se detuvo y en su rostro apareció una sonrisa un algo malvada, pero no se separó de mi ni un centimetro.

- ¿Estas celoso?- Logré ver que Gio estaba apretando tanto sus puños que estos ya se notaban blancos.

- ¿Y tu quién te crees para hacer eso?

- Pero tu no eres su novio, ¿O sí?- 《Maldito hijo de...

En un movimiento rápido, Gio me quitó de encima a Leo y me acerco a él protectoramente.

- ¿Me podrías hacer el favor de no acercartele más a Ad?

- No prometo nada

- ¿Qué estabas haciendo con ella?

- Solo le invitaba a ser mi pareja de baile- En mi rostro surcó una sonrisa burlona. No hay ningún baile.

- ¿Acaso eres idiota?- 《Si, si lo es. Ya lo sabía.》 -No va a haber ningún baile...- Leo señaló unos carteles en los cuales se leía lo contrario de lo que había dicho.

- Desde la mañana están pegados. Irás conmigo, ¿Cierto?

- Lo siento, pero ya tiene pareja- ¿De qué diablos esta hablando Oscar?

- ¡Ja! ¿Y quién es?

- Yo- ¡¿PERO QUÉ MIERDA?!

- No lo creo. Apenas si ella se enteró

- ¿Quiéres ver que sí?- Miró desafiante a Leo y desvió su mirada a mi... Mierda, no va a hacer lo que yo creo que va a hacer, ¿O sí?

Poco a poquito, sus ojos me enviaban muy lejos de ahí, sentía su aliento más cercano a mi, sus labios rozandome...

¡YO SOLO QUIERO RESOLVER TODO ESTO, NO ES JUSTO!

La Trampa de los Ultimos DíasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora