19. Del cielo al infierno y devuelta

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Allí seguían, ambos felinos llevaban únicamente los abrigos puestos, los Akutagawa no sabían ni como mirarles – sabíamos que querían tener una familia chicos... pero usar la enfermedad de Atsushi para chantajear a Ougai Mori es terrible – mencionaba Sousuke

― L-lo

― Ni siquiera digan que lo sienten – dijo Ryunosuke molesto – Jinko, Toru, eso es peligroso. Jinko puedes perder tu trabajo

― Y-yo...

― Y-ya no íbamos a seguir... e-es que... d-de verdad fue... gran impacto y – Toru comenzó a llorar – n-no podemos adoptar po-porque somos hombres, ni siquiera podemos ser vistos en todo momento

― Incluso nosotros nos ocultamos en nuestro viaje – menciono Atsushi triste

― Chicos... lo que hicieron fue peligroso y

El mafioso iba a tomar la mano de su esposo pero este la quito – n-no Ryu... sa-sabemos... - dijo llorando

― Íbamos a parar – dijo Toru

― Chicos, cálmense... - pidió Sousuke

― ¡No lo entienden! – gritaron ambos felinos

Sin más que decir, los Akutagawa suspiraron, decidieron dejar a los Nakajima solos un momento y salieron de la habitación, un gran error pues ni habían terminado de salir cuando los Nakajima habían saltado por la ventana del hotel, desnudos con solo un abrigo cada uno, se perdieron entre los edificios – rayos... - mencionaron los Akutagawa

Los Nakajima se habían ocultado entre el bosque de las atracciones, Atsushi se abrazaba así mismo con la gabardina del mafioso, Toru miraba alrededor – Atsu, ¿Qué deberíamos hacer? ¿Nos dejaran?

― Te dije que debíamos decirles

― Ya lo sé pero... - suspiro Toru

― Ryu estaba molesto... - dijo el albino triste

― Atsu, estará todo bien, no creo que Ryu vuelva a pegarte – menciono abrazando a su hermano

― Lo sé... se esfuerza – suspiro muy profundo – yo debí esforzarme con eso de la familia

― Ellos también querían, investigaron

― Si y nosotros íbamos a comprar unos ilegalmente

― Hey... - lo abrazo cálidamente y lamio su mejilla

― N-no hagas eso

― La primera vez que te volvi a ver lo hizo – menciono sonriente – dormías profundamente

― Toru...

― Lo haré siempre, no pretendo dejarte, aun cuando Ryu y Sousuke se vayan, nos tenemos tu y yo – sonrió – porque tú eres yo y yo soy tu, por los siglos y los siglos

Atsushi sonrió, abrazo a su hermano con fuerza – Toru, volvamos con ellos...

― Si, volvamos

Los gemelos se levantaron, y sus piernas le fallaron, dentro de ellos el interruptor de los consoladores dentro de ellos (puestos la noche anterior) se habían activado, Atsushi rápidamente dejo su cabeza en el pasto pero Toru intentaba resistirse – malditos Akutagawa – se quejó Toru. El azabache logro levantarse, sus piernas temblaban - ¡Sousuke! – grito con fuerza. Debían estar cerca pero no pudo más. Termino en el suelo.

Ambos Nakajima gemían con fuerza, era tan fuerte la vibración dentro de ellos que habían terminado ya una vez para cuando los Akutagawa los encontraron – te dije que servirían esos consoladores – dijo Sousuke pero Ryunosuke fue directamente a tomar al albino quien gemía, tomo los hombros de Atsushi y esté lo miro sorprendido, no podía parar de gemir pero su rostro era sumamente decadente, estaba preocupado por lo sucedido

Twins - Akuatsu - Shin SoukokuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora