3. Escuela

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El primer día de escuela, Tsuki y Kensuke había dejado a los niños en el puerto, Kensuke beso a sus hijos en la frente – recuerden, no son débiles, si les molestan. Los dejan inconscientes, por algo son los más fuertes

― Si padre

― Y recuerden

― Cuidar a toda costa de los Nakajima

― Exacto

Tsuki estaba de brazos cruzados. Atsushi y Toru estaban nerviosos y se miraban entre ellos, Tsuki suspiro y soltó sus brazos – escuchen – les llamo y los gemelos lo miraron nerviosos – tranquilos, sean relajados. Estuvimos hablando esta semana ¿no? Tienen una misión

― Encontrar al narco menudeo – mencionaron ambos chicos

― Si, y otra

― ¿o-otra misión? – preguntaron dudosos. No la recordaban

― Han demostrado ser más que maquinas, aunque sea un poco. si me demuestran que son capaces de hacer amigos, les dejaré ir a la escuela hasta terminar sus estudios – sonrió – quizá no son tan maquinas

― S-si – respondieron los chicos

― Toru, Atsushi. Andando – les llamaron Ryunosuke y Sousuke serios

Los tigres se incorporaron con los mayores y les siguieron – espero que esta apuesta sirva Kensuke

― Veamos de qué lado masca la iguana

― Como sea. Volvamos a casa. Quiero hacerlo con Sakura

― Tu siempre quieres hacerlo – se quejó Kensuke

Los Nakajima seguían a los Akutagawa, estaban acostumbrados a ir rectos a cumplir sus misiones, Sousuke los miro – oigan, no tienen que estar rígidos, pueden hablar y ver

― ¿Cómo que cosas? – pregunto Toru

― Lo que quieran preguntar – agrego Ryunosuke

― Pero estamos en una misión...

― Dos Atsu, dos

― Ah sí, dos misiones

― ¿Cuál es la segunda? – pregunto Sousuke

― Tsuki-san dijo que si hacíamos amigos podíamos quedarnos en la escuela

― ¿Qué es un amigo? – pregunto Toru

― Eso... son personas con las que convives y te diviertes

― ¿somos amigos? – pregunto Atsushi mirándoles

― No, - sonrieron los mayores – somos amantes

― Pero dijeron que eso no se lo podemos decir a Tsuki-san o Kensuke-san – se quejaron

― Es largo de explicar, miren...

Los mayores explicaron a los menores mientras llegaban a la escuela, habían tomado el metro para llegar y los Nakajima no evitaron estar curiosos, los Akutagawa tenían que tapar sus colas a cada rato. Fue peor cuando vieron el camino de árboles de cerezo, no podían estar quietos pero lo hermoso fue verlos sonreír tan ampliamente. Llevaron a los gemelos a su aula – recuerden, no estaremos con ustedes por ser mayores pero estaremos para ustedes ¿bien?

― Si

― Platiquen, pero no hablen de nuestra casa o a lo que nos dedicamos

― Si

Twins - Akuatsu - Shin SoukokuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora