Tu, Yo y... ¿Él?

8.《Comienzos parte II》

• Evanna

Steve Krowber es mi mejor amigo.

Resulta que vivíamos a pocos metros de distancia y hasta estudiábamos en el mismo colegio pero en turnos contrarios, por lo que jamás nos habíamos visto.

Una tarde me encontraba en el gran portón a las afueras del colegio esperando a mi madre, esa mañana había recibido una llamada y era ella, hace algunas semanas que se había marchado de casa y me dijo que me llevaría con ella, que necesitaba a su nena al lado, la esperé después de clase y luego esperé toda la tarde, la misma tarde que conocí a Steve pero ella nunca llegó, yo nunca la volví a ver.
Por qué me diría que me llevaría consigo sino pensaba hacerlo?

Steve me encontró en el mismo lugar que horas atrás y me extendió su mano, en ese momento supe que él sería el hombre de mi vida, aunque yo tendría apenas unos 13 años entonces.

Steve me llevó a casa, le dí todos mis datos, mis números de contacto y redes sociales; al detener el auto, papá se encontraba sentado en la acera de la casa fumando su ya habitual havano, me miró con esa mirada fría que tantas veces le dedicó a mi madre y posteriormente a mí, se burló de mí por ser una chica de 13 años que aún necesitaba a su madre, mi padre se burló de mi.

Esa noche me hice una promesa, jamás volver a hablar de mi madre. y lo cumplí, excepto por Steve a quien se lo conté años mas tarde en medio de una borrachera, mi primera borrachera.

- "Yo tuve una madre, se llamaba Natalie, ella era la más linda, la más buena, la mejor. pero, como suele pasar, ella y mi padre aveces peleaban y luego siempre lo hacían, entonces ella conoció a alguien más un hombre muy malo que le enseñó a hacer cosas malas y empezó a usar drogas, al principio se escondía de nosotros pero luego no le importabamos más, habían días enteros donde ella pasaba drogandose  mientras mi padre trabajaba, muchas veces él la encerró en la azotea por miedo a que atentara contra su propia vida, cosas se empezaron a desaparecer y entendimos que las vendía para comprar su dosis, una tarde, unos hombres del banco llegaron, ella había hipotecado la casa y nos la iban a quitar y sino hubiese sido por tu padre quién le hizo un préstamo al mío a cambio de que siguiera trabajando para él hasta cancelarle la deuda por completo, mi vida hoy sería aún peor"

Es por ésto que aprecio tanto a Don Claudio, porque a pesar de que mi padre perdió el empleo que le ofreció en una de sus haciendas a causa de su alcoholismo él nos siguió manteniendo por su afecto hacia mí, él es un hombre bueno, exigente con su hijo, pero sé que lo ama, por ésto no entiendo por qué Steve siempre está tenso en su presencia.
¿Por qué no puede ser él mismo? ¿Por qué ni siquiera confío en mí para contarme sobre sus preferencias, si tanto asegura que soy su "mejor amiga"?
Preguntas muchas, respuestas ninguna.