2|Sobreviviremos a la prueba del tiempo.

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You know it's deeper than the rain, It's deeper than the pain. When it's deep like DNA, Somethin' they can't take away - Standing next to you


Jung-Hoon

Jacob: Tienes carrera a las 9:00 pm, ni un minuto más ni uno menos.

Maldecí.

Regresar después de casi diez años y por la enfermedad de mi hermano no estaba en mis planes, bueno no así. Simplemente saber que mi hermano tiene leucemia no es lo que me esperaba.

Desde ayer que llegue a Windsor tenía la esperanza de ver a Mayla pero solo al recostarme en mi cama caí rendido. Poco antes de las cuatro de la mañana desperté y baje a la cocina para prepararme un sándwich, después de comer en silencio volví a mi habitación pero no tenía sueño, tuve que distraerme escuchando música cuando mi vista se dirige a la ventana de alado.

Era la habitación de Mayla.

Justo como la recordaba solo que ahora agregó tonos púrpura y muchos posters de artistas ¿Coreanos?. Recuerdo perfectamente su obsesión con cualquier cosa que tenga que ver con el mar pero nunca imaginé que fuera fan del K-pop. Agarro mis lentes y me dispongo a observar más su habitación desde la distancia de la mía pero solo logró ver todo oscuro.

Suspiro y vuelvo a recostarme en mi cama, duro aproximadamente 45 minutos reflexionando en todo. En como pude recurrir a pedirle ayuda desesperadamente a Jacob, en el trato que acepté a costa que me prestará dinero para ayudar a papá después que mamá nos haya abandonado cuando se enteró de la enfermedad de mi hermano. No puedo creer que tan solo en medio año mi vida y la de mi familia hayan cambiado en un dos por tres.

Aparte de diseñar me encanta la adrenalina, hace 4 años cuando vivía en Canadá mi padre me dio mi primera motocicleta como regalo de cumpleaños. Cuando nos enteramos del diagnóstico de Soo-Hoo tuve que venderla y darle el dinero a papá. Antes de venderla practicaba con un compañero de la universidad hasta que un día el me contó de las carreras clandestinas, necesitábamos dinero y el sueldo de papá no sustentaba todo el gasto de tratamientos, medicina y hospital. Así que le pedí prestada su motocicleta y comenzó todo.

Jacob al ver mi potencial y ganar la mayoría de sus carreras me hizo un trato y terminé aceptando. El trato consistía prácticamente estar a su disposición cada carrera, al principio era divertido y me beneficiaba con el 60% de las ganancias hasta que él comenzó a aprovecharse de mi dinero.

Ahora que regresamos a Inglaterra más que nunca necesitamos el dinero. Jacob al tener una red de carreras clandestinas en Inglaterra me aseguraba algo.

Después de recibir el mensaje y confirmar mi participación decidí ir a buscar a Joshua.

—Iré a pedirle trabajo a la señora Stone —avise mientras bajaba la escaleras y tomaba mi chaqueta del perchero.

—¿La dueña del supermercado? —preguntó papá.

—Ella misma —sonreí y abrí la puerta—. Así me sirve y veo después de todos estos años a Joshua.

—¿Solo a Joshua?—alza una ceja acompañada de una risa burlona.

¿Qué me sabe?

Ajam, solo a él —reímos y me despido antes de cerrar la puerta.

Tarde unos 10 o 15 minutos caminando ya que no estaba tan lejos. Observe todo el vecindario y ya no quedaba rastro de hace unos años. Las casas de diferentes colores, pastos descuidados, ya no hay niños jugando con sus patines o bicicletas y el parque donde jugaba con Mayla fue reemplazado por una estética.

Todo cambió, excepto las personas.

Logro visualizar el gran cartel del supermercado "The astronaut" y me dispongo a entrar lo primero que veo es a cientos de personas lo que supongo que son las compras de último momento antes de entrar a la escuela después de estas vacaciones de verano.

Veo una cabellera pelirroja tratando de explicándole a una niña porque no puede abrir el slime cuando mi risa me delata y el levanta la mirada.

—¿Jung-Hoon? —le avienta el bote a la niña y viene corriendo hacia mi.

—Van a pensar que te abandoné —reí dándole unas palmadas en la espalda.

—Prácticamente si.

Ah sí es cierto.

—¿Que te trae por aquí? —cambia de tema y sigue con su labor de acomodar los productos que dejan fuera de lugar.

—Estoy de regreso y quería saber si tú mamá no contrataba a otra persona —lo seguí sintiendo la mirada de las personas.

¿Qué tanto miran? ¿Lo guapo que soy?

Lo sé, lastima que solo tengo ojos para una persona que aún no sabe que regrese.

—¿Me escuchaste?

—Si.

No.

—Estas contratado.

—¿Así sin más? —dije incrédulo mirando a todas partes—. ¿Dónde están las cámaras?

—suelta una carcajada—. No es una broma, necesitamos cajeros y tú petición nos cayó de maravilla. Pásame tu número.

Lo mire con los ojos entrecerrados por si jugaba con mis sentimientos y le tendí mi celular.

Cuando alguien se acerca.

—¿Me podrías pasar esa botella, por favor? —me habla una chica que se me hace conocida pero no me importa.

—Hay una escalera, puedes hacerlo tú —dije con simpleza señalándose la escalera cuando Joshua me codea.

—Debes de ser amable y ayudar a los clientes —susurra—. ¿Esa de ahí? Yo te ayudó.

—Tu no —lo detuvo y eso me dio más coraje—. Quiero que tú me ayudes.

¿Tú? ¿Desde cuándo me pueden tutear?

—Aún no trabajo aquí es una lastima no ayudarte, bueno en realidad no —mire a Joshua y agite mi teléfono—. Te mando un mensaje porque también necesito un favor.

Asiente y me doy la vuelta para irme sin mirar a nadie más.

(...)

El dueño de mis quincenas.

Ví el nombre con el que Joshua se agendó, este idiota.

Pensaba en mandarle un mensaje pero conozco a Joshua y el debe de saber todo el contexto para hacerme un favor. Duramos casi dos horas con gritos de sorpresa y enojo al resumir todo lo que ha pasado y porque necesito su motocicleta para esta noche, acepto con la condición que lo lleve así que no me queda de otra que decirle dónde va a ser y que lo veo allá, obvio le hice casi jurarme que no le iba a decir nada a nadie.

Puede ser chismoso pero nunca un delatador.

(...)

Una hora antes de la carrera ya estábamos haciendo pruebas con la motocicleta y esperando mi turno cuando me avisan que paso antes porque el corredor de las 8:00 aún no llegaba y ya habían apuestas, así que me tocaba ocupar su lugar. No me quedo de otra que decirle a Joshua dónde sentarse y si llega la policía a dónde lo veo para irnos.

Me voy a la línea de salida me pongo los guantes y el casco, prendo la motocicleta y miro a la tribuna veo a Joshua levantándome ambos pulgares y gritando mi nombre con los demás. No sabía cuánto me faltaba un amigo todo este tiempo. Suspiró y regreso mi mirada al ver la cuenta regresiva en las pantallas.

Al ver el 0 arrancó junto con mi contrincante.

Vamos a la par, en ocasiones el me arrebasa  y viceversa, está muy reñido. Casi por la mitad de la carrera había un camino algo difícil pero llegabas antes que el otro. Lo tome porque no quería perder. Acelere y salí lo más rápido que la capacidad del acelerador me lo permitió.

Estaba sudando y solo en mi mente se repetía el nombre de Soo-Hoo, veo la línea de meta y como si mi vida dependiera de ello acelere aún más. Adrenalina, bulla y gritos desde la tribuna me ponían la piel de gallina.

Al cruzar todas las personas gritaban mi nombre y lo confirme.

Había ganado.

Me quite el casco con una sonrisa victoriosa y pase mi mano hacia atrás por mi cabello. Me recosté exhausto en el capo de un carro cuando miro una sexy cabellera pelinegra.

Es ella.

Le hago una seña a Joshua que regreso en unos minutos y me dispongo a ir hablarle.

—Es un gusto volver a verte, Andrómeda.

Asustada voltea y no puedo apartar mi vista de esos preciosos ojos color miel.

—¿Jung-Hoon? —confundida voltea a todos lados—. ¿Qué haces aquí?

—Lo mismo que tú —frunce su ceño y cruza sus brazos—. Solo observo.

Observo lo preciosa que eres.

—¿Crees qué todo va a ser igual?

Espera...¿Qué?

—¿Qué?

—¿Crees qué puedes venir como si nada? —me señala y alza su cabeza—. No sabes todas las veces que estuve triste porque te fuiste sin despedirte de mí, Todos los días te extrañe, extrañaba a mi mejor amigo. Y ahora vienes y piensas que todo va a ser igual cuando claramente no va a serlo, eres un egoísta Jeon.

Vale, esto no me lo esperaba.

—¿Puedo hablar? —dije tomándola del brazo y llevándola a un lugar más apartado.

—No aún no acabó —quito mi mano y se acercó más—. ¿Por qué no me avisaste que volviste?, lo peor es que no me enteré por ti sino por Hanna y Emilia .

—¿Y ellas quiénes son? —dije extrañado e intenté hacer memoria pero nada.

—¡Por dios no me tomes el pelo! Sabes perfectamente de quienes hablo.

Ella alterada y yo con problemas de memoria esta conversación no estaba funcionando.

—¡Te lo juro, no sé quiénes son!

—Ella es Emilia —señala a la tribuna y veo a una chica mirándonos seriamente—. Es imposible que te olvides de ella, es preciosa.

—Es alguien insignificante para mí, la verdad —dije alzando mis hombros restándole importancia.

No mentía. Tal vez si íbamos juntos pero ni la más mínima idea de quién sea ella y la otra chica. Solo me parece extraño porque Mayla se esmera en que las recuerde, solo me importa recordarla a ella y a nadie más.

Estaba mirándola tratando de descifrarla cuando mi mirada baja en una mano que se posa en su cintura, solo ver esa acción hizo que mi sangre hirviera.

—¿Todo bien linda?

¿Quién es este idiota?

—Si, solo vine por algo de comer —toma su Hot-dog que parece ya estar frío y voltea a verme por última vez—. Adiós Jeon.

Solté una risa incrédula y fui a buscar a Joshua para largarme de una buena vez.

Si tan fácil me olvidaste Mayla, yo también lo voy hacer.

🐢🏍️

Nuevo capítulooooooo denle mucho amor.

Se borraron muchos comentarios pero espero que esta nueva versión les guste mucho, mucho y muchoooo. :)

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Mi corazón todavía te está buscándoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora