Corazón De Pollo - Riumba - CANCELADA

♥Capítulo 2♥

♥Narrador Omnisciente♥

Era un nuevo día y nuestro pequeño pollito se encontraba yendo de un lado a otro en busca de pequeñas ramitas para una fogata a petición de los dos mayores, ya que, Rius insistía en querer ayudar en algo.

Mientras tanto, Muzi y Timba preparaban la comida y Flex ordenaba algunas cosas de las tiendas.

El silencio reinaba el lugar, mientras que Timba miraba con ternura al pequeño Rius que trataba de cargar tres ramitas que le pesaban por sus débiles músculos en sus alitas. Le parecía tierna la dificultad con la que cargaba más de tres ramas a la vez.

- ¿Qué sería bueno asignarle como ayuda en cuanto crezca además de solo reunir ramitas? - interrumpió los pensamientos del peliazul, el de sudadera.

- Tal vez lo pueda llevar conmigo a pescar o que me ayude en elegir las semillas para los cultivos que pensamos hacer - dijo algo dudoso.

- ¿O estaría bien que ayude a Flex con la limpieza? - propuso.

- Creo que a Flex le agradaría - sonrió ante la idea de ver a su pequeño pollito bromeando y jugando con alguien tan animado como el Stitch.

- Pienso que a Rius también - señaló con la mirada a los dos menores hablando y bromeando entre risas que a ambos mayores les enternecían.

Timba se le quedó mirando al pequeño pollito por un largo tiempo.

- Lo he decidido -.

Su amigo lo miró confundido.

- ¿Qué decidiste? -.

- Cuidaré a ese pollito cueste lo que cueste - dijo completamente animado.

- Apuesto a que en un futuro, Rius te amará por cuidarlo tanto -.

- Sí, no soportaría verlo contaminado por la maldad en este mundo. Si lo protejo, estoy casi cien porciento seguro de que no habrá maldad en él - observó al pollito corriendo tiernamente con unas ramitas hacia el Stitch.

- Dudo mucho que sufra, es decir, míralo. Hay mucha maldad en él, con una mirada tan horrorosa que da miedo y en ka que puedes ver tus peores temores - dijo Muzi con sarcasmo y casi inmediatamente, el pollito estornudó tan tiernamente que derritió el corazón de Timba.

- Demasiada maldad para un ser tan pequeño - le siguió el juego para después, reír ambos.

El peliazul miró por otro rato a Rius, sin darse cuenta que a cada segundo se enamoraba cada vez más de ese pequeño y tan tierno pollo. El caso es que este sentimiento mutuo.

Pero ambos eran muy jóvenes como para entenderlo.

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Ps... No tengo nada más que decir por ahora, más que los que me sigan y sigan mis demás historias, estén pendientes ya que estaré actualizando más libros.

Y sin chingarles más la madre.

Se limpian la kola. Los homosexualizo a todos, los amo muah~

Sale bai.

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