Sus ojos color girasol me invitan a perderme profundamente dentro de ellos. Yo acepto con todo gusto, sin querer salir de allí, así, sin saber nada.
Y aún no puedo creer que unos ojos tan comunes me hagan salir de órbita.
Su timidez fugaz, me intriga, me incita, me encanta.
Y su voz, su voz, su grácil voz...
Transmite una melodía explicita y exquisita hacia mis oídos. Su voz única, sensual e inexplicable.
Es un placer oírle hablar, me quedaría toda la noche escuchando tan solemne sonido.
Su risa, su maldita risa loca...
Sacaría cualquier estupidez para escuchar semejante risa frenética.
Verle reír, escucharle reír, sentir tan majestuosa ruido.
Y este es el punto, donde quiero asegurar que llega alguien que te mueve las costuras y rompe paradigmas.
Que te hace sentir la magia en la punta de tus dedos.
Que las cosas suceden cuando el destino las tenía preparadas: justo a tiempo.
Descubres que el universo si conspira a tu favor y no lo puedes dejar escapar.
Necesitaba un empujoncito a la realidad
De la mano de alguien que jamás pensé que llegaría.
Llegaste, estacionándote fortuitamente, moviendo montañas, sacudiendo banderas, hechizándome, convirtiéndome en bolígrafo para llenar páginas en blanco que esperaban por ti.
Recreaste mis versos en poemas, aunque esta quede corta al describirte.
Me ayudas a ponerme de pie, a sentarme a tu lado si es necesario.
Firmemente, como una piedra, llega esa persona que borra cualquier parámetro antes establecido, y lo que creía imposible ahora se puede en un soplido.
Ella, déja vu de ángel y demonio.
Tan ángel, tan ángel, dejándome de puro placer, gusto y sentimiento que sus demonios me arrullen.
Estoy en el centro de sus paisajes recostada en sus arbustos.
Solo soy un bicho raro, tratando de salir en la noche, sin ser asesinado.
Solo soy una luciérnaga que quiere compartir su luz.
Y hay trenes
a los que hay que subir
con la certeza de que
el único riesgo
sería no haberlo hecho.
Así de intenso ha sido encontrarla entre tantas gotas de lluvia.
Ya no se trata solo de vivir. Se trata de vivir en ella, porque la vida solo era vida, ahora es droga convertida en prosa.
Me fijo que escribo más bonito con su nombre entre mis dedos.
Y mis labios riman con los suyos y sus manos encajan con las mías como si hubieran sido hechas a la medida perfecta.
Soy fiel a mi soledad, pero me hace confundirla con su presencia.
Me hace volar,
Me hace soñar,
Me hace sentir que hay esperanza una vez más.
Y ahí donde nace tú sonrisa, empieza mi vida.
Ahí donde despierta un nuevo día, es un buen momento para decir: me gustas.
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Llevo tu nombre
PoetrySeré breve: me fragmentaron el alma e hicieron desvanecer mis sentimientos.