Solía mirar el reloj a las 22:22, solo imaginaba estrellas normales y tréboles de tres hojas.
Había tenido una mala suerte tremenda, hasta que apareciste en mi vida, entonces haber tenido tanta mala suerte había valido la pena.
Eres como ese viento que llega a uno y le eriza la piel, eso que no se espera pero llega en el momento oportuno; haciéndote suspirar, refrescando tu ser y calmando toda la impaciencia en menos de un segundo.
SÍ, así eres tú, tan radiante como el sol y tan misteriosa como luna, tan inspiradora como esos astros celestes que siempre nos hacen creer en mundos más allá del que vivimos.
Pero causas ese efecto en mí, de musa y verso, de acción y reacción, de sueño y suceso; eres así tan natural y tan mística como si fueras la epifanía de un bello amanecer.
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Llevo tu nombre
PoetrySeré breve: me fragmentaron el alma e hicieron desvanecer mis sentimientos.