SOÑÉ

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Ayer soñé que te perdía,
te soñé persiguiendo tus sueños,
te soñé mientras dormías.

Y el espacio de tu cuerpo se lleno de humo,
y tus pies se hicieron sombras de fantasmas,
el ruido helado de esta mañana solitaria,
el amanecer de un sueño
en donde tú
ya no estabas.

En el sueño
caminé contigo,
fuí cómplice de memorias que habrían de marchitarse,
fui cómplice de caminos
que habrían algún día de llenarse de polvo y desaliento.

En el sueño
me volví ángel de la muerte,
me volví la sombra
de tu alma fugitiva
buscando la verdad del amor.

Soñé, soñé
no quise olvidar la canción triste de los desiertos,
la canción triste de las cenizas de tu cuerpo,
y no quise olvidar el invento misterioso que me haría
escapar para siempre contigo.

Ayer soñé que te perdía,
olvidé,
olvidé construir pilares,
borrar, borrar,
monotonía.

Ayer...
en el desierto donde vivías
invisible, presa, rota, colibrí,
gaviota...

Te desvaneciste
jalada por el mar,
absorbida por la gravedad
del centro del universo,
inspirada por el viento,
arcoíris,
estrella fugaz,
te desvaneciste
como se van las aves,
como crecen las flores,
cuando encuentran el sol.

Me soñé
enterrando los planes,
alejándome de ti,
desterrando la vida
borrando el horizonte,
entregando mi destino.

Ayer soñé,
ayer olvidé que ayer,
solo dormías.

A la mierda el amor : Saga Poesía libro IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora