Cita tras cita. ✧

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—¿Evelyn? –volteé a ver para encontrarme con un chico agradable, bastante blanco, daba la impresión de ser un vampiro y reí ante aquel pensamiento.

—Sí, y tú debes ser... ¿Adrián?

—Sep, el mismo. –se sentó a un lado y me miró fijamente.– Siento que te he visto antes.

—Bueno, soy la mejor amiga de tu mejor amigo, ¿Tal vez sea por eso?

Reímos los dos.

—¿Quieres.. ir a algún lugar? No lo sé, ir a comer algo o lo que sea.

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Salimos del cine riendo para encontrarnos a Mateo cruzado de brazos, Adrián corrió hasta el y lo abrazo, pero continuó estando de la misma manera.

—¿Pasó algo? –traté de pensar en algo, no sé, la pasó mal con esa chica, es molesta o ¿que se yo?

—Hace horas que te estoy buscando, Evelyn. –finalmente habló, pero bastante molesto.

—Lo siento bro, fuimos a ver una película. –interrumpió Adrián.

—Sí.. ¿No pudiste marcarme? –señalé mi teléfono.

—No. –respondió serio.

Me tomó de la mano y me jaló, empezamos a caminar y a lo lejos ví a Adrián despidiéndose con la mano a lo cual respondí haciendo lo mismo.
Seguimos caminando en silencio hasta que me soltó y se puso enfrente mío.

—Veo que a ti te fue bien. –eso me asustó.

—¿A ti.. no? –hablé, mientras jugaba con mis manos esperando que me contara lo que sucedió.

—No, la verdad no, esa chica es insoportable, no dejó de hablar, parecía que hablaba con ella misma.

Reí con su respuesta, sabía exactamente que le gustaba y que no.
Sin previo aviso este me abrazó fuerte.

—No me agrada buscar a otra persona.

Me quedé callada, habían pasado casi seis meses y Mateo no deja de pensar en la misma persona, me estaba quedando sin ideas de a quien podría invitar a salir con este chico, después de todo.. nadie encajaba con las exigencias que tenía.

—Lo entiendo, pero es que tienes que seguir con tu vida, ¿Si sabes?

—Es un poco duro... Gracias por ayudarme con esto, eres la mejor amiga del mundo.. te pido disculpas si llego a molestar con esto.

—Es divertido salir todos los días, antes pasábamos todo el día encerrados en casa, ahora ¡somos libres! Y por cierto, mañana iremos a comer, será.. ¿Cita doble?

—¿Irás con alguien? –volteé a ver a otra parte para evitar su mirada.– Respóndeme Evelyn.

—Sí, bueno no, digo, tal vez, no lo sé.

Suspiró y me tomó de la mano.

—Vamos a casa, estoy exhausto. –con la otra mano me revolvió el cabello y lo empujé.

Algo empezó a sonar, era su teléfono, lo sacó de su bolsillo para mirar de quién se trataba, pero me miró preocupado para luego mirar nuevamente su pantalla.

—¿Quién es, Matt? –negó con la cabeza varias veces y respondió.

—Nadie importante.

Creí que mentía, pero no le di mucha importancia así que empezamos a caminar hacia casa, sin decir una sola palabra.