LITTLE

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Que poco sabes...

El amor de estas dos personas empezó cuando las flores se abrían y el hielo se deshacía, mientras que ellos cruzaban su segundo y tercer año en la escuela media superior, fue un amor que surgió repentinamente, un amor con una historia que a muy pocos les causaba ternura, la historia iba de como el chico popular del tercer año se interesó en el pequeño y marginado alumno de segundo.

Se conocieron en una excursión escolar. El viaje era hacia Mokpo y el Bus salía a las 7 en punto. Hae estaba emocionado ya que iría a su lugar de origen por lo cual su emoción causó que sus ganas de ir al baño fueron muchas, camino hacia el baño, mientras el reloj marcaba 6:45 de la mañana y los primeros alumnos llegaban.

-Rápido- susurró mientras entraba al baño al recordar que faltaba poco para salir. De repente se escucharon risas y al querer salir, la puerta estaba trabada -Dejenme salir- golpeó la puerta y las burlas se hicieron presentes, como también los insultos "Cállate escoria" "No quiero que vayas en el mismo Bus" "¿Cómo es que  como tú existe?" Y aunque dolía mucho, el quería salir para poder ir al viaje.

-Señor Lee- llamó la atención su maestra -Ayer dijimos que salíamos a las 7 en pubro y ya son 7:06, ¿Cree que con esa irresponsabilidad podrá vivir? Nadie quiere a personas como usted- sentenció
Hae con la cabeza gacha camino en el pasillo de su Bus el cual ya tenía todos los asientos ocupados y sólo quedaba un asiento que estaba junto al baño. A pasos lentos llegó y se sentó, percatandose que había alguien ahí y no era una persona cualquiera, era Hyukjae, el mejor bailarín de la escuela, el más guapo y su gran amor.

En todo el viaje ninguno de los dos dijo nada, sin embargo, a veces el castaño se quedaba mirando a el rubio que cuando lo descubrió por primera vez (o eso pensó Hae) le regaló una sonrisa y el admirador sólo miró a otro lado con las mejillas rojas.

Después del Tour, dieron una hora libre para que los alumnos pudieran dar un paseo. Hyukjae el cual no veía hora de irse, pudo divisar a un castaño cara de pez irse a paso rápido por un callejón y con un encogimiento lo comenzó a seguir hasta llegar a una florería y lo vio comprar un gran ramo de rosas y las veía con una sonrisa nostálgica. Caminaron hasta llegar al panteón y entraron, Hae aún no se daba cuenta de que alguien lo seguía porque de haberse dado cuenta, también hubiera visto a sus agresores.
-Hyuk, amor- IU una chica de su mismo año pero diferente salón gritó y se abalanzó hasta él.

-Demonios,  ¿qué quieres?- la empujó

-¿Por qué me tratas así?- tomó su mano -Vamos a recordar buenos tiempos-

-Escucha- respiró antes de contestar -Tú y yo ya no somos novios, ya no somos amigos y ya no somos cercanos-

Mientras tanto Donghae llegó a una tumba un poco sucia y sin flores, se arrodilló y colocó las flores enfrente de la lápida.
-Hola papá- miró atentamente y suspiró intentando tomar fuerza -Perdón por no haber venido antes, estaba un poco ocupado. Sabes que el cambio de Mokpo a Seúl no fue muy económico y tampoco lo es mantenerme solo- su labio comenzó a temblar por la pequeña nostalgia que sintió -Yo te extraño mucho...- su nariz se puso roja y sus ojos comenzaron a llorar -Sé que prometí no llorar y ser fuerte, Pero, a veces se me hace muy difícil. Desearía que estuvieras conmigo y me pudieras abrazar para al menos darme un poco de fuerza para vivir-  limpió sus ojos con su manga y sonrió dolorosamente -Te amo mucho papí-

-Pero mira que marica nos saliste- Esas voces las reconocía y se odiaba por saber quiénes eran -Así que la mariquita, es huérfano- sin previo aviso lo jalaron y azotaron contra el piso -Seguro tu papá murió al ver la escoria de huno que tuvo-

-seguro que no aguanto tu presencia y prefirió morir- susurró otro
-¡No es cierto, mi papá me amaba mucho!- sentenció recordando las tantas veces que el hombre lo abrazaba y le decía lo orgulloso que estaba.

-Pues...- las hermosas rosas rojas se desfloraron al ser plateadas y el pasto verde fue pisado cruelmente
-¡Detenganse, no lo lastime!-  decía intentando quitar a sus agresores. -No hagan eso con mi padre-

-Maldita sea- alguien jalo a el maldito que saltaba y terminó en el piso. Miró a su derecha y pudo ver a Hyukjae -Mierda Eunhyuk-

-Largate- lo miró frío y enojado- ahora- lo empujó.

-No quiero- sentenció el contrario

-No te estoy preguntando, maldito hijo de perra- un puñetazo lo hizo pensar dos veces y correr junto con su amigo.

Los dos se quedar sin decir palabra.

-Gracias- se acercó el castaño

-No hay de que- recogió el ramo y miró las dos únicas rosas que habían sobrevivido, las tomó y colocó una en la tumba y otra la puso frente al castaño.

-¿Es para mí? Gracias- sus manos de rozaron y una corriente los recorrió.

-Me llamó Hyukjae y soy de tercer año-

-Yo soy Donghae y soy de segundo- le sonrió mientras sostenía la Rosa

Y aunque ambos sabían sus nombres, prefirieron presentarse formalmente pues ese sería el inicio de un sin fin de sentimientos

little do you knowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora