El otro lado

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No sé cuánto tiempo estuve tirado en el suelo de aquella habitación, pero pareció que nadie se percató de mi existencia. Al levantarme vi toda la pared llena de sangre, mi sangre, sin embargo, no tenía ni una herida, y sentía que mis fracturas habían desaparecido.Justo en frente mía, se encontraba aquel extraño espejo, que reinaba todas mis pesadillas. No recordaba que antes estuviese ahí puesto. 

Decidí salir de la habitación a buscar ayuda, ya que en la habitación en la que estaba, no había nadie. Bajé al piso de abajo, las paredes, que antes eran coloridas, ahora estaban sin color, sin vida, no había ni una sola alma a la que pedir ayuda. Estaba sólo, en este triste y misterioso hospital, lo único que escuchaba era el silencio, y mi respiración agitada. Rompí a llorar en el suelo, podía escuchar el eco de mis propias lamentaciones, cuando sentí que alguien me acariciaba la cabeza. Levanté la mirada rápidamente, y pude ver un breve destello que desapareció ante mis ojos, tuve la corazonada de que debía subir a la habitación 225, y como cualquier desesperado en una situación como ésta, me armé de valor y empecé a subir por las escaleras.

Por cada escalón que pisaba, más fuerte me latía el corazón, y más gotas de sudor recorrían todo mi cuerpo. Al llegar arriba divisé enseguida la habitación, tenía la puerta entornada, y la luz apagada. Me acerqué hacia la puerta, y la abrí lentamente, seguidamente, intenté encender la luz, pero fué imposible. Fui acercándome muy despacio hacia el espejo, cuando estuve lo suficientemente cerca de él, pude verme reflejado, en la misma habitación. Lo extraño es que estaba acompañado de mi hermano, y el anciano que miraba fíjamente mi reflejo. Asustado miré hacia atrás, pero ¡no había nada! Volví a mirar al espejo,donde vi reflejado al anciano, que continuaba mirándome fíjamente, como si pudiese ver que estaba ahí, entonces comencé a golpear el espejo desesperadamente y a gritar para que me ayudase. Cuando volví a fijar mi mirada en el espejo, el viejo ya no estaba, y en su lugar, pude distinguir un mensaje, escrito al revés, que parecía estar escrito con pintura azul:

                                                   Bienvenido al OTRO LADO

                                        

Habitación 225Donde viven las historias. Descúbrelo ahora