Capítulo 3.

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Lenna.

Ya habían pasado dos semanas desde que entré a Hogwarts. Me hice amiga de todos los Weasley y los Potter (excepto el mayor, quien apenas se veía por los pasillos de Hogwarts, vaya a saber quién qué hacía), son súper amigables, además de revoltosos y divertidos.

Hablando de los Weasleys, ahora mismo me encontraba con Lily, yendo al campo de entrenamiento de Quidditch para, obviamente, ver entrenar a Gryffindor, donde el equipo estaba compuesto en su mayoría por cabelleras rojas.

- ¿Conoces a un tal Matthew Finnigan? - pregunta Lily y yo niego- está buenísimo y ayer me invitó a salir. Traté de hacerme la de rogar y le dije que lo iba a pensar. Y parece que funcionó porque hoy me lo preguntó de nuevo. ¿Y sabes que le dije? ¡Obvio que le dije que sí! Es tan hermoso, espero que tengamos hijos de ojos azules y azabaches como él. – dijo con aire de soñadora.

- ¿No estás exagerando un poquito? – le dije riéndome.

-No me cortes el rollo. Mejor felicítame, amiga- bufó fingiendo estar enojada y cruzándose de brazos.

-Entonces, felicitaciones, futura señora Finnigan. - le digo y ambas reímos.

Nos sentamos en las gradas de Gryffindor. No había mucha gente, aparte de nosotras había al menos unas 10 personas. En su mayoría de género femenino, quienes gritaban "¡Vamos James!", "¡Te amamos", o "¡Hazme un hijo!". James les guiñaba el ojo o les sonreía, a lo que ellas gritaban.

-Zorras - dijo Lily mirando mal a las "fans" de James- Sueñen que mi hermano va a quedarse con alguna de ellas. –se rio.

- ¿Alguna vez tuvo una novia? - pregunté sarcástica.

-Sí. Solo una. En su cuarto año. –respondió- se llamaba Sara, era una zorra. Lo engañó con su ex-mejor amigo, Trevor McLaggen. Un cretino, a decir verdad. ¡Me invitó a salir mientras tenía novia! –me contó y yo la escuchaba atentamente.

-Y... ¿Nunca más tuvo otra novia? –pregunté curiosa y ella frunció el ceño.

-Mmm, no que yo sepa. Él mismo se encargó de darse una reputación de Don Juan. Ya sabes, pasando de una chica a otra, como los picaflores. – me explicó y yo reí por su ejemplo.

- ¿Esa chica sigue estudiando aquí en Hogwarts?

-Sí, es una Slytherin. Buen lugar para ponerla, ahí van todas las zorras. –rio – y, por si te lo preguntas, Trevor también está aquí. Es compañero de clases de James. También está en Gryffindor –asentí y no pregunté nada más- ¿Acaso este interés por la vida de James significa otra cosa? –dijo levantando las cejas y yo la miré confusa, luego pude sentir como el calor se acumulaba en mis mejillas al darme cuenta de su intención.

-Oh, no, no. Solo es por mero interés. No te preocupes, no me gustaría que me catalogues como una "zorra". - reí nerviosamente.

-Si tú estuvieras con James, creo que haría una excepción. –me guiñó el ojo y yo le rodee los ojos con una sonrisa.

-Tranquila, nunca pasará. –negué con mi cabeza.

- ¿No? ¿Acaso no te parece atractivo? –me dijo incrédula – No puedes negar que mi hermanito es un bombón –no lo negaba, tenía razón. James Potter era lo que toda chica soñaba, inteligente, atractivo, tenía sentido del humor y esos aires de "Soy Potter, no puedes resistirte"- ¿Si tuvieras la oportunidad de estar con él, la aprovecharías? –me preguntó y yo no sabía que responder.

Pero fui salvada por la campana, pues, hablando de Roma, el gran James Potter se acerca a nosotras en su escoba en un entre-tiempo.

-Hola hermanita. –saluda a Lily-Hola chica no-nueva- me saluda y yo hago lo mismo- es bueno saber que tengo a alguien más alentándome.

El Águila y El LeónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora