Capítulo 3

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-No es tu culpa, es la de tu padre. Nada puede justificarlo.

-¡No es mi padre, Marc! ¿Es que no te enteras?- grité haciendo que casi toda la gente nos mirase. Odiaba que me relacionaran con él.

-Lo siento, Elle, perdóname.

-Marc, fue mi culpa, si yo hubiese reaccionado él estaría aquí. O probablemente sentado allí- señalé un asiento vacío al lado de una chica preciosa con ondulaciones en el pelo y unos bonitos ojos verdes. Sonreí con añoranza.

-Fue difícil para ti, para todos. Nadie te reprocha nada. Sabemos que tú no tuviste nada que ver.

-Él iba borracho, tampoco era consciente de lo que hacía.

-La sonrisa que se se formó en su rostro al ver a su hijo desplomado en el suelo, fue más que suficiente para llamarlo culpable.

-Lo sé. Es un imbécil.-Pude ver un destello de rabia, sabía que Marc estaba recordando el momento.

Sorbí mi nariz y me acomodé en el pecho de Marc.

-¿Marc?

-Dime, enana.

-¿Por qué me dices enana?

-Porque eres mi enana.

Sonreí y miré hacia delante.

-Marc

-Dime, enana.

-Te quiero, gigante.

-¿Gigante?

-¿En serio? ¿No se te ocurre nada mejor? Es la primera vez que te digo "te quiero" y me saltas con eso. Pensaba que eras diferente, Marc...

Me sacó la lengua juguetonamente, a lo que fruncí el ceño. Le saqué el dedo del medio y me di por satisfecha.

-Está bien, está bien... Te quiero, enana. ¿Así mejor?- me empujó suavemente y suspiré, este hombre era increíble.

-Esto se está volviendo demasiado dulce, ¿no crees?

-Te encanta- me guiñó un ojo y negué repetidamente.

-Me gustaría más si lo dijeras con el corazón.

-Mi corazón no habla, enana- pausó- ¿el tuyo si?, deberías mirártelo.

-Idiota- contesté con alegría.

- Te quiero, pequeña.

Murmuró algo más que no me dio tiempo a escuchar ya que el autobús se paró, avisándonos de que ya estábamos en la entrada de la facultad.

Marc tenía dos años más que yo, por lo que al salir, se despidió con un beso en la mejilla y se alejó intentando llegar a tiempo a su edificio, que estaba un poco más lejos.

-Hey, chicas.

-Elle, ¿has llorado?- Carol me preguntó preocupada, pero decidí no contestarle.

-Elle, ¿estás bien?

Volví mi mirada al frente mientras le dedicaba una sonrisa a Sue.

- ¿Qué tal la película con Jack, Carol? ¿Entretenida?- mi comentario sonó demasiado brusco, pero mi amiga me sonrió.

- Demasiado- reí con ella.

-Hey, no me entero, explicádmelo- Sue parecía perdida por lo que ambas nos miramos cómplices.

-Ayer invité a Elle al cine y, como de costumbre, se negó.

-¡Eh!, eso no es así. También llamó a Jack, Sue, ¡A Jack!- intenté que el horror se reflejara en mi mirada. Sue odiaba a ese chico tanto como yo, pero nunca lo reconocería. Le gusta tener todo en paz y bajo control.

-Carol, ya sabes que Ellie detesta a Jack, y si dijo algo ofensivo no iba en serio- la corté antes de que siguiera hablando.

-¡Claro que iba en serio!- solté una profunda carcajada y Carol me miró enfadada, para unirse a mi risa segundos después. Me faltaba el aire.

-La verdad es que es un poco tonto, pero es simpático y sé que me quiere.

Sue y yo nos giramos asombradas, Carol nunca había hablado mal de su novio. Pronto empezamos a señalarla escandalosamente, a lo que ni se inmutó.

-¿Y tú que, Elle? Estabas demasiado sonriente con Marc- Sue sonrió pícara y me golpeó con su codo.

-Ese chico es demasiado guapo. Qué suerte tienes, Elle.

-Carol, te recuerdo que tienes novio- Volví a reír e ignoré el comentario sobre Marc.

-Sí, sí, pero no cambies de tema, pillina.

-Sue, mira, ¡hay un chico con una camiseta de Maroon 5!

-¿Dónde? ¿!DÓNDE?!

Empezó a recorrer todo el campus con su mirada mientras que Carol y yo aguantábamos la risa. Me alegré de haber apartado el tema de Marc, primero tenía que hablar conmigo misma.

Me alejé de ellas y busqué mi taquilla. Suspiré pesadamente cuando escuché a un grupo de chicos hablar de lo que iban a hacer esta tarde.
Steve Cole, Josh Kevin, Matt South y Drew Stone me miraban interesados, y callados, peligrosamente callados.

Terminé de coger mis libros y sacar algunos bolis. Cerré la taquilla y decidí alejarme de ellos, pronto oí sus murmullos.

-Esa chica es todo un misterio- susurró Josh.

-Y está buena.

Rodé los ojos ante el comentario de Matt.

-Hay algo en ella que me da miedo- añadió Steve.

Oí como Drew se reía y me aproximé hacia ellos sonriente.

-Hola, ¿tenéis vida?

Los observé atónitos y me marché decididamente. Ladeé el cuello para ver lo que hacían. Se miraban unos a otros sin saber qué acababa de pasar. "No va tan mal el día", me dije a mí misma.

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