Caleb es un joven adoptado por los Forrest. Atendiendo la granja junto a su padre, Glen, pasa desapercibido en la sociedad. Lo que ignora es que la luna llena lo ve de cerca.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—¡La inmortalidad! Ésa es la clave...
—¿Inmortalidad? ¿Hablas de un hechizo inquebrantable?
—En efecto... Sus hijos... y los hijos de sus hijos. Ya no tendrán que sufrir más.
—¡Son patrañas, Germac! ¡No creo en ese tipo de hechicería!
—Milos... mi querido Milos... No dejes que la soberbia te corrompa.
—No sabes cuánto desearía eso... Pero sabes que no es posible, no está en nuestra naturaleza.
—Aún no entiendes nada...
—¡Calla, Samìr! No vengas a hacerte el sabio aquí.
—Germac es el último Shaerou de la tribu original, ¿aún así no crees en él?
—¡Patrañas!
Germac alzaba el cofre de Volkir, el cual contenía la esencia de la inmortalidad. Lo exhibía frente a sus dos fieles escuderos mientras esperaba a que los dioses atendieran su llamado a través de un ritual. Germac tenía que lanzar el cofre al pozo de los sacrificios. Al darles ese cofre, los dioses le otorgarían a su poseedor la inmortalidad eterna y la hechicería infinita.
—Parece que los dioses no vendrán hoy... — Exclamó Milos.
De pronto el cielo se nubla y varios relámpagos caen alrededor del lugar. Un gran esplendor les anunciaba que los dioses estaban listos para el trato.
—Debo ser yo... — Susurró Milos. Sacó sus garras y se alzó al ataque.
—¡Milos! ¿Qué haces?
—¡Debo ser yo!— Erguido y como toda una fiera se abalanzó sobre Germac arrebatándole el cofre. Pero sus garras impidieron un agarre perfecto y el cofre cayó al suelo dando unos rebotes hasta dirigirse al precipicio en donde al instante se disponía a caer al abismo. Sin pensarlo, pero sin ideas, Milos se lanzó para atraparlo, sabiendo que debía caer de sus manos para que el ritual fuese válido, pero no pudo. Su esfuerzo fue en vano y el cofre cayó. Milos casi caía también pero se sujetó quedando en la escena común en donde necesita ser rescatado.
El cielo se despejó haciéndoles saber que los dioses se habían ido satisfechos con el resultado. Germac y Samìr se asomaron a la orilla en donde Milos pedía ayuda, pero su actitud mostrada hizo que Germac pisara sus garras haciendo que éste se soltara y cayera al abismo.
