One

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Cómo todos los días.. la mirada de lisa se perdía en aquella chica de cabellos castaños.

Desde que llego de Tailandia no había día que no mirar, su mirada siempre estaba baja y mirarla a los ojos era un verdadero reto.

Y lisa estaba dispuesta a ello.

A mirar sus ojos y perderse en ellos.

Ella no sabía por su gusto hacía las mujeres.. hasta el quinto mes, en el cual miraba sin falta a Jisoo.

Jisoo atendía la tienda de la familia todos los fin de semanas, era un café bastante hogareño y rústico.

Y aunque quedaba lejos de la casa de Lisa iba sin falta, sábado y domingo.

Pero nunca le habló más que para pedir una orden de café con vainilla o un lápiz.

La miraba de lejos, sin tocarla, como una verdadera pieza de arte.

—Señorita Manoban, ¿entendió?— habló la maestra de artes.

—¡Sip!— no entendió ni mierda.

—Bien.. repítalo.

Se quedó callada.

—No hay caso contigo, manoban!— suspiro pesado y le dedicó una miraba de desaprobación a la rubia — como decía, estas vacaciones de invierno quiero que me traigan una explicación de una obra de arte, su favorita.. puede ser cualquiera, pero es en pareja y para ello sacarán una hoja de aquí — apunto una bolsa transparente en su escritorio, la cual tenía la repetición de algunos números— y tendrán que buscar el número par.

Mierda.. no otra vez.

Lisa blanqueo sus ojos, la última vez que le tocó hacer pareja así, le tocó un chico que no era muy agradable.

Todos los alumnos tomaron un papel y se dirigieron a sus asientos, para encontrar su número par.

—Lisa..— escuchó un susurro — ¿te importaría cambiar el número?— habló una chica de cabellos negros, no recuerdo su nombre.

—¿Por qué?, ¿quién te tocó?!.

—Me tocó Kim Jisoo y ella no habla mucho.. me sentiría incómoda y—.

—Claro!.

Jisoo estaba sentada cono los brazos cruzados y su cabeza entre ellos.

—hola!, soy Lisa y seremos compañeras— Eso se escuchó peor de lo que imaginé, pensó.

—Hola, supongo.

—¿Te gusta alguna pieza de arte?.

—La verdad, no me interesa el arte.

—Ya veo.. podríamos salir mañana, digo, para conocernos mejor y coincidir en lo que escribiremos y esas cosas..!— eso estaba siendo muy incómodo, la castaña sólo respondía cosas a las cuales Lisa no sabía cómo continuar la conversación.

—Esta bien, supongo.

—Perfecto, mañana a las cuatro estaré en tu casa!.

—¿Sabes dónde vivo?.

—Si, voy a tomar café allí.

—oh, si, si. nos vemos.

Lisa nunca esperó que la primera charla con Jisoo fuera tan cliché.

Sea - LisooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora