Intimidad

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"Alguien a quien una vez amé, me regaló una caja llena de oscuridad. Me llevó tiempo comprender que esto también era un regalo." ― Mary Oliver


Fue como un rayo. Tan repentino e incierto.

Fue como si todo se congelara en su ser, como si nada tuviera sentido.

Como si estuviera en un sueño.

Escuchaba que lo llamaban, pero rápidamente ignoró cada llamado y siguió el destello de unos ojos verdes en la oscuridad de un callejón.

Corrió lo más rápido que pudo y siguió a la figura que se alejaba de él. ¿Por qué se alejaba de él? ¿Por qué si lo había estado buscando con tantas ansias?

Corrió sin descanso, sin fijarse hacia a donde iba hasta que se detuvo frente a él. Lejos del bullicio de las calles transitadas y las luces de la ciudad.

En medio de la oscuridad con el rostro cubierto, salvo por esos ojos verdes que jamás podría olvidar.

Su corazón dio un vuelco sintiendo como su respiración se hacía errática.

"Shoto"

Le dijo con una voz diferente, una voz que ya no era la de sus recuerdos, pero aun así tenía ese matiz que, hacía sonar a su nombre especial, como si fuera la palabra más hermosa del universo.

Lágrimas escaparon de sus ojos heterocromáticos y sin pensarlo más corrió para estrecharlo en un abrazo que había esperado a sentir por años. Se aferró a él con miedo de que desapareciera en cuanto lo soltara y susurró su nombre una y otra vez como una plegaria.

"Izuku, Izuku Izuku..."

Siguió sin soltarlo esperando que sus brazos lo abrazaran también. Que le dijera que él también lo había extrañado. Pero no le correspondía y lo único que recibía era silencio.

Tembló.

¿Acaso su Izuku lo había olvidado? ¿Estaba enojado por no haberlo encontrado?

Se separó con temor, lo suficiente para acuñar su rostro entre sus manos y levantarlo para observarlo mejor.

Los ojos verdes evitaban su mirada, y sintió su corazón romperse.

"Izuku, lo siento. Lo siento. Yo debí buscarte más, debí de haber hecho cualquier cosa yo..."

Se deshizo en disculpas, anhelando en su corazón el perdón de la única persona que le quedaba en su vida.

"Izuku"

Susurró desesperado por escuchar su voz, porque lo viera a los ojos. Por escuchar su voz una vez más. Con dedos temblorosos quiso quitar la máscara de su rostro, pero rápidamente Izuku sostuvo sus manos impidiendo que se la quitara.

Fue en ese momento cuando se percató de su aspecto.

Fue allí cuando se percató de los guantes negros manchados de sangre, de las cuchillas que portaba en su cinto y del diseño de la máscara.

De la herida en su abdomen que empezaba a sangrar.

No era posible.

"Lo siento Shoto. Pero esto es necesario."

Fue lo último que le dijo y rápidamente se liberó de su gentil agarre, golpeándolo fuertemente provocando que sus ojos empezaran a cerrarse. Luchó contra la inconciencia, no quería perderlo de nuevo ¡no quería que se alejarse de él!

InmarcesibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora