Las luces de las calles y la Gran Muralla era lo único que iluminaba las facciones.
Los postes de luz, que se extendían a los costados de las casas fundidas en la noche, delineaban las calles que conducían a la Capital.
El invierno estaba cerca.
Horas atrás, el viento había soplado por toda el área sin cansancio; hasta que, de un momento a otro, la brisa comenzó a amainar lentamente. Y, cuando se calmó por completo, un silencio tranquilizador cubrió por completo las calles de Abnegación. Era una de esas mudeces pacíficas, armoniosas, donde ni un animal o insecto era capaz de destruirlo.
El cielo nocturno estaba completamente despejado. Las estrellas que pintaban el firmamento danzaban armoniosamente, algunas brillando más que otras. Otras más se alineaban hasta formar constelaciones muy bien elaboradas e hipnotizadoras. La luna creciente tenía un brillo distinto al usual. Era un fulgor mucho más intenso y mágico.
Sin duda, era una noche fantástica.
Y aquel brillo lunar tan maravilloso se adentró a la ventana de su habitación, iluminándolo discretamente, pero lo suficiente para que el chico fuera capaz de ver lo que tenía a su alrededor.
-Liam. -De pronto, la gruesa voz proveniente del otro lado de esa pequeña habitación retumbó en sus oídos, sacándolo así de sus pensamientos y causándole un pequeño susto.
-¿Sí? -preguntó como respuesta, fijando su mirada donde su compañero reposaba-. ¿Theo? -Se atrevió a llamarlo cuando notó la ausencia de una respuesta. Y cuando otra vez, no recibió una respuesta, se levantó de su asiento para acercársele; entonces, vio que estaba completamente dormido.
***
-¡Liam, corre! -gritó mientras lo tomaba de la mano con fuerza. Corría lo más fuerte que su cuerpo le permitía. La adrenalina y el pavor invadieron su mente, como si hubiera consumido un veneno altamente peligroso.
Corrían a través de un inmenso bosque, adornado de gigantescos árboles que parecían paraguas contra los rayos lunares.
Algo los perseguía. Era grande, se movía rápido entre las arboledas como todo un experto, pero ellos no podían verlo.
El corazón de Theo latía a gran velocidad, y si seguía de esa forma, creía que en algún momento podría salírsele del pecho. Ignoró aquel pensamiento, tomó con más fuerza la mano de su compañero y siguieron corriendo, sin importarles que sus pies punzaran de dolor.
Se detuvieron cuando llegaron a un claro para recuperar el aliento. Se miraron por unos segundos mientras sus respiraciones comenzaban a recuperar su estabilidad. Después, giraron sobre sus talones hasta quedar de espaldas el uno con el otro.
-Esto es una puta mierda -dijo Theo con la voz temblorosa, preso del pánico. Pasó sus ojos hacia todos lados, buscando la silueta del ser que los había estado persiguiendo insaciablemente. Cuidadosamente, desenvainó las dos dagas que había resguardado en su cinturón y le pasó una de ellas a Liam, mientras que la otra la sostuvo con fuerza-. Si regresamos al bosque, esa cosa nos alcanzará; pero, si nos quedamos aquí y lo atraemos hasta nosotros, podremos atacarlo al mismo tiempo y después huimos. Tal vez tenemos una oportunidad -razonó con un aura de preocupación-. ¿Liam? -preguntó confundido al notar que su amigo había estado muy callado durante ese rato.
Giró su cabeza hacia él, confundido, buscando el motivo de su silencio. Fue entonces cuando notó que el chico estaba petrificado, con los ojos bien abiertos y su respiración nuevamente había comenzado a acelerarse.
-Está aquí -habló con voz trémula-. Theo...
Theo posó su mirada hacia donde Liam la tenía puesta. Su respiración se detuvo en cuanto vio que un tipo de enorme araña salía de entre los árboles con facilidad. Era un arácnido enorme y muy grotesco.
Liam devolvió su mirada hacia él.
-Si sobrevivimos, juro que te besaré -prometió tras esbozar una ligera sonrisa a la vez que le guiñaba un ojo. Pese al temor que él sentía, aún prevalecía ese sentido del humor que tanto le gustaba.
Theo no pudo aguantarse las ganas de reír, mirándolo de reojo.
-Sobreviviremos -aseguró con la mirada fija en la araña descomunal que se fue acercando a ellos rápidamente-. ¡AHORA!
Ambos corrieron, tomando impulso para después arrojar las dagas, apuntando directamente a los ojos de la bestia. Una de ellas logró adentrarse a su objetivo, mientras que la otra sólo rebotó y cayó directa al suelo. Entonces, el ser se detuvo mientras chillaba con un tono agudo, retorciéndose en el suelo.
Sin perder el tiempo, ambos corrieron de vuelta al bosque, aprovechando que la bestia intentaba sacarse la cuchilla del ojo.
Después de estar lo suficientemente lejos, sintiéndose más seguros, se detuvieron a respirar de nuevo.
Theo se recargó en un árbol, dándole la espalda a Liam e intentando recobrar el aliento.
-T-Theo -masculló Liam.
-Lo logramos -dijo, aun tomando varias bocanadas de aire y girándose hacia su compañero-. Creí que no po... -Calló abruptamente cuando vio lo que pasaba frente a sus ojos bien abiertos. Sintió que su sangre se heló-. ¡LIAM!
El ser los había alcanzado. Con su cola puntiaguda atravesó el pecho de Liam sin piedad y cuando la desenterró lentamente del cuerpo del chico, desapareció entre la oscuridad del bosque.
Por su parte, Liam estaba estático por unos segundos, hasta que después perdió el equilibrio. Por suerte, Theo llegó hasta él y lo atrapó.
-Liam, mírame -suplicó Theo, tomando el rostro de su compañero. Sus manos le temblaban. Sus ojos se llenaron de lágrimas y un nudo se creó en su garganta al ver la cantidad de sangre que desprendía el pecho de Liam.
-T-Theo, yo... -Las fuerzas se le iban cada vez más rápido. Poco a poco, los párpados de Liam se cerraban.
-Liam. Liam, por favor, no. No me dejes -suplicó entre sollozos mientras abrazaba el cuerpo de su amigo que lentamente se estaba enfriando. No pudo evitar sentir las ganas de llorar-. Esto no debía de pasar. Se suponía que tú y yo... que tú y yo... -No podía hablar debido a las intensas ganas de gritar. Algo dentro de él se había roto.
-L-Lo lamento -susurró Liam en su oído. Esas fueron las últimas palabras que pudo pronunciar antes de caer en un sueño infinito del cual no volvería a despertar. Nunca mas.
-¡LIAM! ¡LIAM! -gritaba Theo, sintiendo un escozor en la garganta.
Lloró hasta que no pudo más, y cuando se detuvo, observó atentamente el rostro durmiente de Liam. Con su pulgar, acarició la mejilla del chico para después acercarse lentamente hasta él y pegar su boca en los fríos labios del otro. Era su último beso.
***
-Theo. Theo, oye.
Sintió que alguien lo despertaba mientras agitaban su hombro. Al abrir los ojos, vio el rostro de quien se suponía debía de estar durmiendo.
-¿Estás bien? -preguntó Liam mientras posaba su mano en el hombro de Theo-. Estabas llorando.
-Sólo... Sólo fue una pesadilla -se dijo a sí mismo a la vez que intentaba tranquilizar su respiración. Estaba tan feliz de que todo fuera un mal sueño. Se limpió el rostro con disimulo.
-¿Está todo bien? -insistió Liam al ver lo pálido que se había tornado el rostro de su amigo.
-S-Sí.
-Bien. -Se levantó, dirigiéndose a su propia cama, pero mirando a Theo por encima de su hombro-. Descansa. -Formó una sonrisa furtiva.
-Igual -respondió el otro, observando como Liam se acostaba en su cama.
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Hi, How are ya?
Bueno espero que les haya gustado, los sucesos de la pesadilla de Theo no son tan coherentes a como es en realidad pues porque es una pesadilla UwU, gracias por leer y hasta otra my loves, XOXO.
Creditos : @Aby_Varoa Neta que eres la mejor, LOV UUU <3 Queen
Att: Pri ♡
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In My Blood (Thiam)
FanfictionUna ciudad futurista y distopía, la sociedad se divide en 5 facciones: Abnegación: los altruistas, Cordialidad: los pacíficos, Verdad: los sinceros, Osadía: los valientes y Erudición: los inteligentes. ¿Liam y Theo lograrán sobrevivir a un mundo pos...