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— ¡Te lo juro Ykhar! —Exclamó la morena a su amiga pelinaranja— Él se le confesó en la hora de educación física y Erika huyó.

La mencionada podía escuchar eso desde donde estaba, pero no tenía ganas de decir que iba a rechazarlo, de hecho, no tenías ganas de seguir de pie apoyada sobre la barandilla de la escalera esperando a que el rubio hiciera acto de presencia.

Luego de esa hora desastrosa, en donde también fue castigada al igual que el par de traicioneros, le llegó la hora de prácticas de biología mientras que a Leiftan le fue el turno de ir a educación física. Al menos el laboratorio era mejor que correr por toda la cancha.

— Perdona la tardanza, me retuvieron en las duchas. —Se disculpó el rubio llegando a un lado de Erika.

— No pasa nada. —La chica le sonrió— He estado pensando en lo que me dijiste en la mañana... —Comentó causando que Leiftan la observara con atención— Y, aunque me quise lanzar por un puente, debo admitir que yo también te quiero de esa forma.

— ¿Eso es un sí? — Cuestionó sin querer hacerse de malas ideas, al ver que la castaña asintió la abrazó —, no sabes lo feliz que eso me hace.

— Pero sin besos en público, sabes cómo es Miiko con las reglas de la institución. — Ella rió y él solo negó con la cabeza, entendiendo bien la referencia.

— ¿Es Miiko o soy yo? — Preguntó con una leve sonrisa aún abrazándola.

Los alumnos que pasaban por ahí no podían evitar verlos asombrados, primero veían a la presidenta con el capitán del equipo de atletismo y ahora a la chica con uno de los chicos más solicitados de todo el colegio, vayas sorpresas traía el martes.

Erika, cometiste un terrible error... — Escuchó la castaña, con cierto temor vio para los lados alarmando al rubio.

— ¿Sucede algo? —Preguntó Leiftan separándose de ella.

Debes alejarte de él.

— ¿Por qué? —Susurró Erika observando al rubio.

No volvió a escuchar la voz del oráculo; de hecho, no volvió a escuchar nada más, todo se había oscurecido sin darse cuenta.

— ¡Erika! — Exclamó alarmado el rubio atrapándola antes de que cayera al suelo y se diera un golpe.

***

— ¿Qué pasó? — Preguntó Erika al abrir los ojos de nuevo— Mejor pregunta, ¿En donde estoy?

No reconocía en dónde estaba, tenía un leve parecido a un parque pero no recordaba ese sitio, ni a la persona que se acercaba a ella.

Por fin puedes verme. —Mencionó la mujer en cuánto estuvo frente a Erika — Dejame presentarme apropiadamente, me conocen como El Oráculo, es un gusto conocerte en persona, Erika.

— ¿Eras tú quien me hablaba? — La mujer asintió con una sonrisa amable— Pero si es así... No te pareces a la figura del espejo ni la del vídeo.

Es porque no era yo, pequeña. Él logró evitar que me presentara ayer, pero no hoy.

Ilusiones Escolares |Eldarya's Fanfic, AU escolar|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora