Ilusiones Escolares |Eldarya's Fanfic, AU escolar|

15- Save Me-15

~Jueves por la tarde ~

Tanto Valkyon como Erika se veían sin incomodidad alguna, ya ella le había explicado sus sentimientos y él lo aceptó, no tuvieron problema alguno en quedar como mejores amigos luego de eso.

— Entonces... ¿También has escuchado al oráculo? —Preguntó Erika tomando una galleta del plato que les había llevado la madre de Valkyon.

—Aunque suene tonto, sí, la he escuchado. Usualmente habla más cuando están tú, Leiftan y Lance en el mismo grupo, sigo investigando para saber el por qué. —Respondió sin dudar.

— ¿Ellos lo saben?

— No, a Lance por razones personales y a Leiftan porque ella lo dijo, pero pidió que no comentara la razón.

— Haces bien Valkyon, él no sabrá que eres un puente entre nosotras dos. — Escucharon ambos.

Valkyon no tuvo reacción alguna pero Erika casi se atora con la galleta que estaba comiendo, eso le pasaba por golosa. La chica sonrió con vergüenza al darse cuenta de que el pedazo que comía no era muy grande como para no poder tragar bien.

— No es nada, Lance siempre está fuera a ésta hora y Leiftan ya no pasa por aquí, es un lugar seguro. —Comentó el peliblanco levantándose de su cama.

Éste caminó hacia donde estaba Erika y tomó una galleta, mientras que la chica trataba de buscar al ángel. Pero había algo que Valkyon no le había contado, él podía verla.

Fue Lance quién le habló del Oráculo y pudo verla por primera vez un lunes junto a Erika, podía escucharla y sabía lo que le había dicho aquel día y desde entonces estuvo atento a ello. El miércoles por la mañana tuvo que actuar por lo que escuchó de parte del ángel, conocía a Leiftan y lo llamó engendro del demonio.

Había sido en la tarde del mismo día que pudo recibir la explicación, ella sí lo conocía perfectamente y de sobra, él era un caído y ella fue su amiga cuando era un ángel, aunque usualmente tanto ángeles como demonios los llamaban Burla de Dios y Satanás. Aquello fue lo que le llevó a atar cabos de los sucesos de hace cuatro años.

Lance había sido un idiota pidiéndole favores a un demonio, cuando iba a cumplir los quince años se había endeudado con unos hombres de Alemania, aquel entorno fue un infierno ya que le tocó vivirlo con su hermano, noches enteras a la intemperie esperando no ser encontrados y asesinados por aquellos sujetos no eran unos recuerdos felices. Su madre se había vuelto loca buscando el dinero para evitar la muerte de su hijo mayor, pero de la nada aquellos hombres desaparecieron y conocieron a Leiftan, aquel chico rubio que parecía de su edad y era amable con todos, aunque le preguntara mil y un veces a Lance el cómo lo conoció éste no respondió ninguna pregunta.

— Mientras él siga por aquí la vida de todos correrán peligro, Valkyon ¿Puedo dejarla bajo tu cuidado? —Preguntó  el oráculo observando al chico mientras él asentía.

— Juro por mi familia que la protegeré hasta que mi vida sea cegada, sea por medios naturales o externos. —Prometió llevando una mano a su corazón.

~Sabado por la tarde.~

—Vuela pequeña mariposa, lleva el alma de éste joven chico cuya vida fue arrebatada injustamente hasta el cielo en espera de su sentencia. —Rezó el oráculo soltando una mariposa blanca.

— In ispiri di si sintincii —Remedo Leiftan con cierto tono de burla al ángel.

Los dos estaban detrás de la iglesia en espera del funeral del chico, la tradición dictaba que debían enterrarlo a las tres de la tarde del día siguiente de haber fallecido, cosa que hizo la familia destrozada del peliblanco. Habían perdido a su hijo menor y el mayor seguía secuestrado.

— Sé que tuviste algo que ver con su muerte.

— No lo maté yo si es lo que insinúas. —El rubio metió las manos dentro de los bolsillos de su pantalón negro.

La misa había comenzado hacía ya unos minutos y debía esperar a que saliera el cortejo fúnebre, pero podía aprovechar el tiempo para burlarse de la mujer enfrente suya.

—Protegido tuyo y murió por obra del mío, vayas desgracias te trae la vida, ¿a quién tendrás ahora para ordenar su muerte? —A diferencia de lo que él creía, el ángel sonrió con burla.

— Espera y la verás, lleva una bonita camisa, negra con flores blancas y un pantalón blanco, llevará una corona de flores con Ezarel.

A Leiftan le pareció familiar la ropa que describió el ángel, su mirada se dirigió hacia el interior de la iglesia cayendo en cuenta de quién era.

—Serás una hija de... —Guardó silencio al ver las primeras personas saliendo de la iglesia, sólo le dirigió una mirada de odio a la chica.