Dormir contigo es no dormir:
roncas,
me pegas codazos,
me quitas la almohada y la frazada,
y de tanta cucharita
se me acalambra el brazo.
Busco posición y no la encuentro;
sin quererlo, te despierto
y me dices que no me mueva tanto.
Pasan minutos que se sienten horas.
Cuando finalmente entro en mis sueños,
eres tú el que se retuerce
y yo la que ruega que te quedes quieto.
Dormir contigo es no dormir.
Mi cama es de una plaza,
pero somos dos;
mi cama es de una plaza,
pero por ti, vale la pena.
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Aunque ahora dé lo mismo
PoesíaLos poemas de "Aunque ahora dé lo mismo" no buscan ser lindos ni rebuscados, sino imperfectos, íntimos, como esas conversaciones que imaginamos cuando estamos muy bien o mal por alguien. Tal vez te identifiques con más de alguno de ellos, aunque no...