Es sorprendente el hecho de que alguien que nunca has visto se vuelva tu desahogo diario, que te escuche y que le cuentes historias que nunca has contado a tus amigos porque piensas que no serían interesantes para ellos. Yo me siento así, me gusta pasar horas chateando con la persona que se esconde detrás de ese número que desconozco, de cierta manera me siento libre de ser juzgada con cualquier gesto negativo o burla hacia mis ideas un poco extravagantes o demasiado sencillas. Adoro hacer cosas que parecen aburridas o un poco cursis, pero que a mí me entretienen, como tomar fotos al cielo o sencillamente contemplarlo a cualquier hora; y él no bromea con mi hobbie, no como Lauren que dice que a veces parezco sacada de una novela romántica demasiado cliché; él lo entiende.
Él se ha convertido en el refugio de mis frustraciones. Es sorprendente cómo me comprende, y sabe qué decir en cada momento. Me intriga saber quién es, pero a veces no quiero. Por momentos prefiero que permanezca en el anonimato, no sé cómo podría reaccionar. Me da curiosidad, pero soy capaz de cerrarme delante de él, la timidez puede adueñarse de mí y romper la confianza que tenemos.
Lo único que he podido averiguar de mi amigo secreto es que es un chico y que está en mi escuela. Lo sé porque varias veces me escribe sobre cosas que me encuentro haciendo en los pasillos del colegio. No me ha dicho su nombre porque dice que sería muy fácil descubrir quién es y mi insistencia no ha logrado hacerlo desembuchar. Tampoco hacemos llamadas para que no adivine por su voz, varias veces lo he intentado, pero ha sido en vano.
Puede que sea inadecuado desahogarme tanto con alguien de quien desconozco su nombre, pero qué es un nombre cuando conocemos los detalles más minuciosos de cada uno. Somos muy parecidos, los mismos gustos musicales, los mismos libros, las mismas películas; estamos todo el tiempo haciéndonos recomendaciones.
Lauren se ha puesto un poco celosa por dejar de prestarle atención para estar pendiente al teléfono. Ella y Mía piensan que me gusta la persona que se esconde detrás de ese número de teléfono desconocido e insisten en que si no fuera así no estaría chateando todo el tiempo con él. Yo me he negado, no puede gustarme alguien que en verdad no sé quién es, solo le he cogido mucho cariño y se ha ganado mi confianza poco a poco.
También me han preguntado varias veces si me gusta Michel o Leonardo, que si no me atraen. Ellos se han convertido en mis amigos y no los veo como más que eso.
Me insisten tanto porque soy la única soltera. Me centro mucho en los estudios como para perder el tiempo de esa manera, ese es mi punto de vista, enamorarse es una pérdida de tiempo y ninguna de las personas por las que ellas esperan que sienta algún sentimiento tan comprometedor pasan de ser buenos amigos.
Las tres vamos caminando por el patio de la escuela en el horario de receso y nos encontramos con Frank y Diago, su hermano. Frank nos saluda amablemente y comenzamos a platicar sobre los profesores y sobre los exámenes del final del semestre que ya se están acercando.
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Quédate ©️ [RE-PUBLICACIÓN EN PAUSA]
Novela JuvenilPodemos cometer muchos errores, podemos romper ese plan perfecto que tenemos en el que no entran la emociones. A veces no se trata de poder sino de qué sucede sin pensarlo. Cuando una persona aparece o reaparece en tu vida no sabes qué traiga consig...