Destiel Over and Over

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"¿Cas...?" mi voz salió rota por la repentina realización que acababa de tener, y Castiel entró al cuarto sosteniendo su computadora portátil y una mirada preocupada.

"¿Dean? ¿Qué pasa?"

"Cas. Nosotros no... Nosotros no estamos casados." confusión fue la siguiente expresión del hombre frente a mí.

"Lo sé, Dean. ¿Cuál es el problema?"

"¿Por qué?" susurré, consciente de que estaba siendo un poco dramático. Castiel se quitó los lentes y pareció pensar un poco.

"No lo sé," dijo "porque no hemos tenido tiempo, supongo."

"Pero nuestra boda, Cas."

"¿Realmente importa tanto?" contestó dejando su computadora en mi escritorio y sentándose a horcajadas sobre mí. "Hemos estado juntos desde que tengo memoria, no necesito un papel que me diga cuanto te amo. Además, ¿no crees que es un poco raro meter al gobierno en nuestra relación? Es literalmente un contrato, Dean." sus ojos me estudiaron suavemente, y sentí mi preocupación deslizarse y desaparecer.

"Tienes razón." Alzó una ceja. "De acuerdo, siempre tienes razón."

Y era cierto, estar casados era solamente una etiqueta más.