❤️ Capítulo 5

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Su mano soltó la fría espada, y al hacerlo, el huerto de calabazas volvió a transformarse en el lujoso salón de la corte de corazones; oscuro y solitario.

Ella no tendría un corazón, vivo y palpitante; podría no sentir el amor o el afecto, pero nunca pudo dejar de recordar, día y noche, todo lo que los latidos silenciosos de su inexistente corazón alguna vez sintieron. No se pueden callar los recuerdos.

Alzó la vista, y se topó con sus propios ojos en el cristal, destilando confusión y odio, mientras su mano presionaba el frío y traslúcido vidrio.

Los segundos que su mirada estuvo cautivada por su impávido reflejo, enfrentándose a si misma, parecieron tornarse en horas eternas, acompañados de un cruel silencio, que sólo fue roto por un gato y su sonrisa.

-¿Que es lo que miras, querida? -ronroneó el felino -¡Si te ves exquisita!

Catherine reconoció la voz incluso sin alzar la vista hacía el candelabro de cristales rojos que se balanceaba sobre su cabeza. Cheshire.

La cabeza sin cuerpo sonrió desde las alturas.

-Crei decir que quería estar sola -enfatizó Catherine. -No- quiero a nadie, especialmente a tí, aquí- dijo ella con una suave voz calmada y escalofriante.

Le tomó años entender que no se podía razonar con la locura de un gato Cheshire.

-Oh, recuerdo que lo hiciste- ronroneo él, apareciendo sobre el marco del espejo -pero resulta, querida, que yo no soy nadie exactamente, ¡Soy un gato!- le aseguró. Catherine bufó.

-Sí, eres un gato de lo más molesto- masculló.

-Dijiste lo mismo de nuestro amado rey de corazones, y sin embargo, sigues con él- remató Cheshire, agrandando su sonrisa felina.

-El rey es el rey- aclaró Cath -tú, por otra parte, eres un gato insufrible y espantoso, y quiero que te vayas- dijo ella, comenzandó a perder la paciencia. Cheshire le mostró la lengua, y luego, lentamente, dijo:

-Esta bien, su majestad la reina loca de corazones, me iré. Aunque es una lastima, agendé está reunión desde mi no cumpleaños pasado, con la única intención de informarle del paradero de la criminal más buscada de nuestro querido reino: la pequeña Alice de Inglaterra.

Catherine estaba a punto de arrancarle los bigotes uno a uno a Cheshire, cuando escuchó el nombre de la escurridiza ladronsuela. Cruzó sus brazos y miró al gato, buscando su petulante sonrisa, pero está no brilló.

-Cheshire, ¿dónde está Alice?- demandó saber.

El gato se lamió las patas, tomándose su tiempo, después bostezo y miró a la reina. -¿No lo imaginas, Cath?- canturreó, sonriendo.

After Alice - Heartless FanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora