CAPITULO III :LUNA QUE CUMPLE

12 1 0
                                    


La reina madre cumplió su promesa, y en 7 días, numero perfecto que gusta tanto a los seres espirituales, la vida de Gamaliel y Jayah se enlazaron. Gamaliel era un fuerte y honrado gitano de la tribu de Al masan. Un ejemplo para los demás miembros de su tribu. Destacaba por su corazón sencillo y humilde, presto ayudar a quien de él necesitara, sin importar si era amigo o enemigo. Sí, el buen Gamaliel era un moreno, alto de cuerpo fornido, cabello castaño y de ojos negros, que al mirarte veías tú alma en ellos, su mirada era tan imponente, que se dice podía tumbar a un hombre del caballo. Pero que también podía transmitir una gran dulzura que hacía sentir especial y único a quien le viese, pero no solamente tenía tan peculiar mirada, también tenía una sonrisa que inspiraba confianza, sonrisa que al verla te daba ánimos y fuerza para cumplir tus sueños. Pero pues, todo en la vida no es perfecto, nuestro apuesto Gamaliel tenía un defecto, su único defecto es que; era presa fácil de la ira.

Estos futuros amantes, se conocieron un día en la plaza, donde Jayah siempre iba a presentarse pues, en aquella plaza se reunían gitanos de todas partes para hacer actos y vender sus creaciones, plaza donde en cada esquina habían puestos de adivinación, artesanos y agricultores. Y ni hablar de los bohemios como lo eran en el grupo de Jayah, quienes eran los que deleitaban a los citadinos con su música, danzas, obras y pinturas. Gamaliel iba cada dos días a aquella plaza en busca de abasto para su tribu, luego de comprar lo necesario Gamaliel regresaba, pero ese día decidió dar una vuelta, lo cual era extraño pues no acostumbraba a hacerlo, habían muchas cosas que hacer en su tribu; personas que necesitaban ayuda, recados y lo más importante el daba practicas de ataque y defensa a los residentes...siempre había algo que hacer.

Una suave música se hacía llegar a oídos de Gamaliel interrumpiendo todos sus pensamientos -quien curioso de que aquel sonido, que le transmitía calidez, alegría y pasión.- se dejó llevar por ella, guiándolo así, hasta el centro de la plaza donde una muchedumbre se estaba reuniendo alrededor de un grupo –causante de aquel ritmo que le despertó sensaciones y curiosidad- de pie, en medio de este, una hermosa mujer morena, con un vestido de dos piezas color carmesí, aquel vestido dejaba su vientre plano a la vista de todos, junto a cintas que colocadas como diadema en su cabeza iban cayendo suavemente y rodeaban su escultural cuerpo, marcando su fina figura, otras bandas iban desde sus hombros a sus muñecas. La hermosa mujer con un brazo alzado y el otro a la altura de su pecho caminaba al frente de forma erguida y firme, dando cada tanto vueltas lentas e intercambiando la posición de sus brazos morenos con gráciles movimientos sobre su cabeza, dejándose llevar por la música acompañaba con aplausos y chasquidos de sus dedos, aquellos pasos– Gamaliel observando cada acción, quedo prendado de tan hermosa fruta.- hipnotizantes caderas moviéndose en un vaivén a un ritmo rápido pero al mismo tiempo lento, desprendían sensualidad, determinación y confianza ante las demás, y que a ojos de los hombres despertaban el fuego y deseo en sus corazones. Cada movimiento y paso que daba dejaban semi-descubiertas tan voluptuosas y delicadas piernas, que cual gacela "elegante y rápida" deleitaban y embelesaban al público. Jayah estaba emocionada y en su baile expresaba cuanto le gustaba liberarse de sus preocupaciones, cuanto amaba el baile que representaba a su "familia" y sobre todo expresaba admiración a su gente, representando con orgullo a su pueblo, y que mejor manera de hacerlo, si no, bailando el flamenco. Debido al calor que la inundaba, esa calidez que sentía al bailar acompañada con el calor que había en aquella plaza conglomerada comenzaba a sudar, causando que sus ropas transparentaran, si ya era la sensualidad en persona antes, con este pequeño detalle, era como ver a una Diosa en persona.

Nuestro Gamaliel quedo fascinado al ver aquel fruto del Edén moverse ante el ritmo de la castañuela, una bella dama que sabia como usar su esbelto cuerpo para captar toda atención de aquel que la viera bailar. Bella dama que capturo su corazón....Gamaliel ya no iba cada dos o tres días a aquella plaza, no, ahora la frecuentaba todos los días solamente para verla a ella, llegándola a conocer cada día un poco más, hasta enamorarse perdidamente el uno del otro.

PIEL DE LUNADonde viven las historias. Descúbrelo ahora