Epílogo. Vacaciones en familia

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Era un día soleado. La Tierra ahora estaba atravesando por un periodo de paz tan merecido que todos dentro del complejo decidieron que podrían irse de vacaciones. Todos aceptaron, siempre y cuando algunos de los Vengadores se quedaran en el complejo por cualquier eventualidad que se presentase. El equipo que se quedó en cuidando fue conformado por El Capitán América, Thor, Natasha, Falcon y Clint. Con ese equipo conformado, todos lo demás miembros se fueron felices de vacaciones.

Apenas habían pasado un par de días cuando Tony regresó al complejo junto con sus pequeños cachorros: la pequeña niña rubia, Sophie y el travieso niño castaño, Andrew. Los pequeños habían hecho un gran berrinche porque su padre no iba a ir con ellos de vacaciones, así que convencieron que ellos y su papá regresaran a casa. Una vez que llegaron. Los niños fueron corriendo por todo el lugar buscando a su padre. Se toparon con el Dios del trueno en la cocina.

-Hola tío Thor- saludó la pequeña con propiedad. ¿No has visto a mi papá? - miró al enorme hombre. Le gustaba verlo y más porque le contaba historia de lo que hacían su tío Loki y los trillizos asgardianos que tuvieron.

-Hola, pequeña niña de hierro. Me da gusto veros por estos lares. -le respondió Thor. -Me temo que no lo he visto desde la mañana. Debe andar ahora por la zona de entrenamientos. Ya que siempre tiene que estar preparado para cualquier eventualidad.

-Oh, entonces iremos por él allá. -Gracias tío Thor. -fue el pequeño Andrew que fue corriendo con galletas y panquecitos que tomó de la barra de la cocina.

-Buena caza, mi pequeño niño valiente. -se despidió el dios del Trueno.

Ambos niños se fueron corriendo por los pasillos, aún cuando sus padres les dijeron que debían ser precavidos, al parecer los pequeños sólo les interesaba explorar y en ocasiones ver a su papá en su taller armando y desarmando cosas. Continuaron con su trayectoria hasta la zona de entrenamientos, cuando se toparon con Falcon que acababa de terminar de practicar con las nuevas alas de carbono que Tony le había hecho antes de irse de vacaciones.

-Hey, pequeños. Tengan cuidado. Ya saben que no pueden correr por los pasillos -dijo Sam, tratando de sonar lo más autoritario posible, pero adoraba a esos niños demasiado.

-Pero buscamos a papá. ¿Lo has visto, tío Falcon? -dijo el pequeño Andrew. Su cabello oscuro y su ojos azules lo hacían ver tan inocente, excepto porque compartía el carácter de ambos padres.

-Acaba de terminar con su entrenamiento, creo que fue a darse un baño. ¿Por qué no lo esperan en la estancia, pequeños? -dijo el vengador mientras revolvía el cabello del menor.

El niño sólo hizo un puchero. Su hermana lo abrazó y le tendió la mano para llevarlo hasta la sala y esperar a su papá ahí, tal y como sugirió Falcon. El vengador siguió su camino. Se fue rumbo al laboratorio para guardar aquel prototipo. Ahí se encontró con Tony que estaba revisando el sistema operativo del complejo.

- ¡Hey Tony!, ¿creí que se habían ido a Wakanda a pasar vacaciones por allá?

-Bueno, los pequeños no quisieron irse sin su padre. Le avisé a T'Challa que iríamos más tarde, si es que convencíamos a ese tonto de venir con nosotros. -Resopla- No sé por qué no quiso venir con nosotros desde el principio.

-Creo que es para demostrar porque quiere ser responsable de sus obligaciones, aunque sea sólo una vez. -dijo Sam tranquilo.

-Pero sabe que los pequeños quieren pasar tiempo en familia. ¿Y tú no irás a casa? Tu madre debe extrañarte mucho.

-Sí, pero ella sabe que tengo responsabilidades aquí. Además iré a visitarla a ella en un par de semanas. Primero pasará unos días en un crucero por el Mediterráneo. Así que no la pasará mal.

Con el rubio equivocadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora