Justo cuando estaba empezando a leer, entró María. Una chica igual, de limpieza.
- ¿Qué hacen? Deberían de bajar a comer ahora. - Dijo María mientras entraba y cerraba la gran puerta de madera.
Me quedé pensando un momento.
- Luz, si quieres ve con ella, yo las alcanzo. - Dije mirando el libro.
Ellas se fueron y me quedé pensando en el título. Borja...
Borja.
Aquella noche, me encontré con el hijo mayor del "señor."
Su nombre era Darío. Un chico alto, de tes blanca y cabello corto, muy alocado. Sus ojos eran cafés claro y tenía una sonrisa perfecta. Sus dientes tan blancos, como perlas, sus ojos negros pero tan brillantes como estrellas.- Supongo que te irás a dormir, hoy fue un día pasado, supongo. - Me dijo mientras se dirigía a mi.
Estábamos cerca de mi habitación, en un pasillo solitario.
- Si... Mi nombre es... - Fuí interrumpida por el.
- Claudia. Si, Luz me lo dijo. - Mencionó el apuesto joven.
Me quedé callada. No sabía de qué hablaba, obviamente no me llamo Claudia, pero por alguna razón Luz sabe algo que yo no, y para ser una pequeña niña... Sabe bastante.
- Debes de saber que nada escapa de este castillo sin que yo me entere. Dime quien eres. ¿Cómo has llegado aquí? - Preguntó desafiante.
Me estaba poniendo nerviosa.
- Y... ¿Quién eres tú para preguntarme eso? Soy una simple criada, no tengo porque decirte estas cosas.
- Querida, tarde o temprano saldrá la verdad, puedes confiar en mí. - Mencionó. - Así que lo mejor será que me acompañes, ven, vamos a mi alcoba. - dijo sonriendo con un toque de picardía.
¿Qué? Apenas lo conozco y quiere... ¿ayudarme?
Empecé a sentir mucha incomodidad, esto no sería como un cuento de hadas, donde la nueva es ayudada por el chico más guapo del lugar... ¿O si?
El chico cerró su habitación para después guiarme al balcón de esta misma.
- Solo cierro para que mi padre no sospeche nada. - mencionó.
- No estoy segura de contarte esto. - Dije mirando hacia atrás.
- ¿Por qué? - preguntó muy curioso.
- No me creerás, además no te conozco.
Hubo un silencio... Un silencio muy incómodo.
Miraba las estrellas, sus ojos reflejaban aquellos puntos brillantes del cielo, reflejaban miedo, tristeza.
El sonrió y miro para abajo.
- Tienes razón, Clau. - Me miró. - Puedes tomar el libro, si te sirve de algo...
Me sorprendió. ¿Cómo sabía del libro? ¿Acaso me estaba espiando? ¿La niña le había contado algo?
- Y otra cosa, puedes decirme lo que quieras, siempre estaré para ti cuando más lo necesites. - Entró a la habitación. - No te presionaré, no quiero hacer que te sientas incómoda.
Abrió la puerta de su habitación.
Estaba atónita. Todo fue muy confuso.
- Gracias.
Al salir de su habitación, me fuí muy pensativa hasta la mía.
Al entrar, estaba el libro en mi cama.
¿Cómo? ¿El lo dejo en mi habitación? ¿Quién entro y como lo hizo?
Tantas preguntas nacían en mi cabeza, hasta el punto en que deje de pensar. Mi mente estaba en blanco.
Después de bastante tiempo mirando hacia la nada y pensando en puras cosas tontas...Decidí leerlo.El libro a simple vista se veía bastante viejo, las hijas eran de un color café algo amarillento, las esquinas de las hojas estaban maltratadas, y faltaban bastantes hojas.
Además, la portada era de cuero, y solo tenía como título "Borja." No existía autor, o al menos no estaba escrito en el libro. No había nada en la contraportada, y solo eran hojas rotas, como si alguien las hubiera roto para que no se leyera todo el libro."...Borja, así se llamaba el joven valiente de kinndre. El jóven peleó toda su vida contra aquellos mounstros, para proteger a su amada..."
"...Su amada llamada Cora, fue envenenada como venganza de los xers, los mounstros con los que peleaba Borja y sus hombres..."
"Un día, un brujo citó a Borja. Y el así le dijo "Tienes el derecho a escoger entre la inmortalidad, o ser mortal y morir ahora." A lo que él contestó "Elijo la mortalidad, prefiero descansar en paz." "
"...El brujo mató a Borja, llevándolo al infierno para que siguiera luchando con el demonio. Y el así contestó a la decisión de Borja "QUE ASI SEA.""
Borja... ¿El traidor? ¿Realmente lo era?
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Bear white. La gran guerra de Kinndre. |Actualizada|
AdventureSamantha llevaba una vida tranquila, una jóven de 17 años, que tras combinar la decepción de un mal romance y mucho alcohol empieza a imaginar cosas muy extrañas... O... ¿Vivir? Empieza a rodearse de seres tan obesos que no caben en ningún cuarto...